“NECESITO UN TIEMPO PARA LLEGAR A MOTOGP”
Ana Carrasco (Cehegín, Murcia, 10/3/97) sigue con su ritmo frenético desde que el 30 de septiembre en el circuito francés de Magny-Cours se convirtió en la primera mujer en ganar un título mundial FIM de velocidad, categoría Supersport 300, donde hombres y mujeres se miden en igualdad de condiciones.
¿Cómo lleva la resaca del título?
Bien, un poco de lío, pero muy contenta e intentando disfrutar de lo que está pasando. Vale la pena y lo firmaría cada año, no es ningún problema. Estoy descansando poco y durmiendo poco, pero se hace con gusto.
¿De todas las felicitaciones recibidas cuál le ha hecho más ilusión?
De los pilotos la que más la de Maverick (Viñales, compañero en el Team Calvo del Mundial de Moto3 de 2013) porque le tengo un cariño muy especial por todo lo que vivimos antes. Pero en general las de los pilotos porque veo que reconocen lo que estoy consiguiendo.
¿Cuál ha sido el momento más complicado de este año?
La carrera de Portugal. Llegaba con la expectativa de ganar, habíamos hecho un test hacía dos semanas y había ido super rápida, un circuito donde había ganado el año anterior y pensaba que ahí podía rematarlo. Los problemas que surgieron durante el fin de semana y el resultado de la carrera fueron un palo, se estaba complicando mucho.
¿Y cómo trabajó entre Portimao y Magny-Cours para concentrarse?
Los primeros días fueron muy difíciles pero después ya volví a entrenar con normalidad. Estuve unos días en Barcelona (en el Rocco's Ranch de Montmeló) y me ayudó a nivel de tranquilidad porque en cuatro días no se mejora técnicamente. Estar más aislada, sin gente que me estuviera hablando todo el día del campeonato, me dio esa tranquilidad para llegar a Francia con la mente clara.
¿Y qué pensó cuando se vio tan atrás en parrilla –salió 25ª?
Por momentos pensé que se nos escapaba, pero presioné mucho al equipo para buscar una solución porque sabía que podría remontar aquello. Salir tan atrás es difícil pero es una categoría que el grupo es largo y si eres rápido puedes llegar.
¿Y es verdad que se enteró que había quedado campeona por los fotógrafos?
Sí porque las combinaciones eran muchas y tampoco las llevaba en la cabeza. El equipo me había marcado que tenía que terminar décima y terminé 13, pero no sabía el resultado del otro piloto (Mika Pérez). Fue un poco raro y al llegar a la curva 5 donde estaban todos los fotógrafos al que más conozco le pregunté y ahí fue cuando lo supe.
Usted que ha estado en los dos paddocks, MotoGP y Superbikes, ¿Cuáles son las diferencias?
El campeonato es prácticamente igual a nivel de competición, las categorías son muy parecidas. Pero aquí me siento más cómoda porque desde que llegué me he sentido reconocida como piloto. Han visto que trabajo bien, que me esfuerzo y después se puedes hacer carreras buenas y malas. MotoGP se centra en tres-cuatro pilotos y el resto están más olvidados. A mi me gusta más el Mundial de Superbikes porque del primero al último se les reconoce por igual.
La velocidad es de las escasas modalidades del deporte que integra hombres y mujeres ¿Usted prefiere eso a una competición femenina con opción más segura a ganar el título mundial?
No, yo no quiero que haya una competición femenina, no me gustaría no poder competir como hago ahora. Mi objetivo es intentar estar donde estén los mejores pilotos. Las mujeres tenemos la misma capacidad que ellos para estar al mismo nivel. Por ejemplo Laia (Sanz), ha demostrado que lo puede hacer, yo he tenido la oportunidad de demostrarlo y no le veo sentido a separarnos. Sí que hay que apoyar más a la mujer dentro de este deporte para que más tengan la oportunidad de llegar.
¿Cuál es el mayor handicap a la hora de competir con los chicos?
El más grande ha sido encontrar gente que confiara y me diera el material para hacerlo. El tema físico no es un problema porque no todos los hombres tienen el mismo físico y cada uno explota sus cualidades. Y la fuerza es algo que ese entrena. A mi lo que más me ha costado es encontrar un equipo que apueste por mi como piloto nº1 para ganar un campeonato. He estado en equipos donde era la nº2 y nunca antes había corrido con una moto para ganar.
Mediáticamente llama la atención que gane una chica pero ¿cree que en el fondo no todos se atreven a jugársela con ustedes?
Podríamos decir que sí. Siempre ha quedado claro que tener una mujer en un equipo a nivel publicitario era muy bueno pero nunca nadie ha confiado en esa mujer para pelear el campeonato y yo ahora he encontrado ese equilibrio.
¿Cómo recuerda aquel 2013 en el que debutó en el Mundial Moto3 y conquistó 9 puntos, con un octavo en Valencia como gran resultado, a un puesto de igualar el histórico tope de Rinne y Ogata en 125cc ?
Lo recuerdo como mi mejor año allí y además tuve la suerte de poder vivir al lado de Maverick como un piloto consigue ser campeón del mundo y pude aprender muchas cosas y eso lo llevo siempre conmigo.
Desde los 14 años en el CEV ha sido pionera ¿Pesa ser un modelo para las chicas desde jovencita?
Intento hacer las cosas bien porque sé que hay niñas que se pueden fijar en lo que hago y me gusta dar un buen ejemplo pero nunca me ha pesado porque siempre pienso como un piloto más y no en conseguir solo cosas a nivel femenino.
Recuerdo seis años atrás que con
desparpajo en Moto3 decía que “a los chicos les da rabia que los adelante” ¿Ya se ganó el respeto? Yo considero que siempre se me ha respetado mucho como piloto porque siempre he sido rápida y el respeto se gana en la pista y si eres rápido la gente te tiene en cuenta. De mi primer año en el Mundial hasta ahora han pasado seis años y el cambio se nota. Al principio fue raro tanto para equipos como para pilotos que una chica estuviera compitiendo en el mundial pero conforme han ido pasando los años ha ido cambiando y ahora todo el mundo está acostumbrado. Se ha dejado de ver