Los tres valientes que Messi nunca olvidará
Carolina, Miguel y Félix no derrotaron al monstruo, pero otros tendrán más oportunidades gracias a ellos
Daniel y Enrique están impacientes. Ya hace media hora que Leo Messi debería haber aparecido en el auditorio del Hospital Sant Joan de Déu, pero la duración del entrenamiento del Barça le impide ser puntual. “No sé sj lo veremos desde aquí”, le comenta el primero, sentado en las últimas filas, todas abarrotadas, con unas 400 personas presentes. El segundo le da la razón y le pide a su amigo que se ponga de pie.
Eran 3 de los 4 niños que grabaron con Leo el primer anuncio #ParaLosValientes
“Es que Messi es chiquitito”, le dice mientras hacen un cálculo con la mano en la cabeza de lo que debe medir el futbolista. Aunque Messi es bajito, los dos niños no le llegan ni al ombligo, pero le imaginan casi de su misma estatura. Lógico. Son dos pacientes del centro de oncología, dos valientes que ven a su ídolo como a un igual, dos gigantes que luchan cada día contra un monstruo al que están seguros que van a derrotar.
Cuando aparece Messi, callan, abren los ojos como platos y sonríen al mirarse, como satisfechos porque acertaron con su cálculo. Palmo arriba, palmo abajo... casi iguales.
Para entonces pocos han podido contener las lágrimas en la sala. Ni siquiera las madres, que las intentan esconder porque quieren transmitir una fortaleza que a veces se resquebraja. Manel del Castillo, director gerente del Hospital, finaliza su presentación con un recuerdo para Carolina, Miguel y Félix, tres de los cuatro niños que acompañaron a Messi en aquel anuncio que fue el inicio de la campaña #ParaLosValientes. “Ya no están entre nosotros”, anuncia para concienciar que hay que seguir luchando. Aunque el 80 por ciento de los niños con cáncer que se tratan en el Hospital supera la enfermedad, un 20 por ciento sigue siendo una cifra muy elevada. Y da paso a Nieves, madre de Félix, quien recuerda, con una entereza que impresiona, aquel día “como una jornada muy dura para él” por el dolor de la enfermedad y el rigor de la grabación, “pero en la que no quiso faltar porque era un día muy importante”. Aquella imagen impulsó las donaciones hasta llegar a los 30 millones de euros necesarios un año y medio después para construir el SJD Pedriatric Cancer Center Barcelona.
Messi recordaba a los tres niños. Les conoció. Ya le cautivaron entonces. En privado, escucha sus historias de boca de unos padres orgullosos por cómo lucharon hasta el final. Como padre de Thiago, Mateo y Ciro, se pone en su lugar y no puede contener la emoción.
Su ilusión por vivir sirvió de algo muy importante. Niños de todo el mundo podrán en el futuro plantar cara al monstruo con más medios gracias, en parte, a tres valientes como Carolina, Miguel y Félix, que dieron la cara cuando peor lo pasaban. Ayer se colocó la primera piedra simbólica. Ellos pusieron el primer granito de arena real
Lo anunció el director gerente y la madre de Félix dio sentido a su mensaje con entereza