Un buen palo a tiempo… no viene mal
Nos creíamos otra vez el Brasil del 70 cuando media hora de distracción y desajustes colectivos e individuales nos ha devuelto a la cruda realidad: España es una buena selección pero debe aplicarse como todas los demás si quiere sobrevivir en la jungla de la igualdad.
Hasta el mismísimo Luis Enrique se había venido arriba y dijo que si se tenía que inventar algo, se lo inventaría. Pues le salió mal. No acertó. Ni dejando en el banquillo, de salida, a Alcácer; ni colocando a Jonny, recién llegado, de lateral derecho.
Hay situaciones en el fútbol que se han hecho casi norma por sus desarrollos y una de ellas es que a un delantero en racha hay que exprimirlo hasta la última gota. El ahora borusser marcó otra vez en el primer balón que tocó. Tenía que haber sido titular.
En cuanto a Jonny, la variante de Azpilicueta parecía menos arriesgada. Se ha enfrentado a Rashford, Kane y Sterling un buen puñado de veces y tiene más tablas internacionales.
Un último apunte. Cuando Busquets estornuda su equipo se resfría. Es tal su influencia en la selección, tanta o más que en el Barcelona, que cuando extrañamente encadena diez pases fallados, sale mal a la presión o pierde su posición su equipo se viene abajo como cuando se derrumba una torre de los castellers