Vendetta en Champions
Al Tourmalet del Barça se le ha empinado la cuesta con la lesión de Leo. Ahora la tarea incluye demostrar que el equipo sabe esquivar la Messidependencia. Eso empieza frente al Inter dedicándole el triunfo a Leo en su competición más deseada. Y, por qué no también, para dar vendetta a aquel Barça de Guardiola al que los ‘nerazzurri' le negaron la final del Bernabéu.
Esa eliminatoria de aciago recuerdo terminó con el show de los aspersores pero ya había empezado con mal agüero cuando un volcán llamado Eyjafjäll obligó al Barça a viajar a Milán en autobús. La eliminatoria se calentó en la sala de prensa con Guardiola y Mourinho estrenando una ‘bonita' amistad que más tarde viviría su apogeo en la Liga y que quizás está saboreando sus últimos capítulos en Manchester.
Con un 3-1 adverso en la vuelta, de forma poco habitual, el equipo se concentró y la hinchada se entregó al más puro estilo argentino con banderazo y rúa hasta el Estadi incluida. El milagro, como saben, nunca se produjo y Mourinho protagonizó su mejor campaña electoral para terminar en la Casa Blanca.
El Inter supo defenderse como gato panza arriba y plantaron el autobús que no necesitaron para viajar. Los aspersores se encendieron, las luces se apagaron y el gran Barça de Guardiola sufrió su l primer gran varapalo.
Solo quedan en la plantilla tres futbolistas que jugaron ese día: Piqué, Busquets y
Messi. Leo no estará así que, por él, y por ese equipo irrepetible, el miércoles sólo vale ganar