Messi estará, aunque no juegue
Messi, por aquí, Messi, por allá, Messi, Messi, Messi… Leo Messi es omnipresente. Su lesión le apartará del terreno de juego durante el Clásico, pero allí estará en la mente de los aficionados y en boca de todos los comentaristas. Messi, Messi, Messi… “todos tienen en la cabeza su baja”, declaró el miércoles Ernesto Valverde.
En la táctica de los dos entrenadores, en el desarrollo de juego de sus compañeros y en el pensamiento de periodistas y aficionados, Messi estará presenten el domingo en el Camp Nou y todos y cada uno de los centenares de millones de telespectadores que seguirán este partido universal pensarán en él y se referirán a él. Messi estará en el Clásico, vaya que si lo va a estar. Jugará sin jugar.
El día del Sevilla todos los aficionados sintieron una especie de dolor compartido cuando el astro argentino se revolcaba en el césped del estadio tras su escalofriante torcedura de brazo. Su fractura del radio del brazo derecho es una lesión que le mantendrá alejado del Clásico, pero su ausencia tiene algo de positivo: Sus compañeros tendrán que volver a demostrar porque eran astros del fútbol antes de recalar en el Barça. El gran partido del miércoles hace pensar en un buen resultado el domingo, aunque todo está por ver.
Andoni Zubizarreta siempre decía que Messi era un gigante en el césped y en el vestuario, y que esa grandeza se convertía en una tremenda timidez cuando abandonaba el escenario del balón.
Con los años el argentino ha ido evolucionando y su carácter se ha ido abriendo un poco hasta el punto de que en las últimas semanas le hemos visto dirigirse a una cámara para celebrar un gol, emocionarse con los niños de Sant Joan de Déu o disfrutar de lo lindo desde la tribuna del Camp Nou con su hijo Thiago y su inseparable Pepe Costa.
Pero el domingo no estará y volverá a ser el momento para que Coutinho y los demás tomen de nuevo las riendas de la situación y demostrar quienes son. Neymar Jr. asumió el liderazgo en la temporada 2015-2016 cuando Messi cayó lesionado. Neymar se hizo con el equipo y demostró su valía, como lo haría también aquella noche contra el PSG en la que el brasileño se empeñó en remontar, y el Barça, con Messi en el terreno de juego, remontó. Neymar...
El Barça ha tenido suerte. El argentino se ha lesionado en pocas ocasiones y nunca de gravedad. Ha sufrido elongaciones y rupturas de los bíceps de la pierna derecha e izquierda, esguinces de ligamento lateral externo del tobillo derecho, contracturas de los isquiotibiales de la pierna derecha, una fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo, distensiones en el ligamento lateral interno del tobillo derecho, confusión ósea en la cara externa de la rodilla y esta última fractura del radio del brazo derecho. Curiosamente su prodigiosa pierna izquierda se ha preservado con el paso de los años y la mayoría de sus complicaciones físicas han recaído en su lado derecho.
Tal y como los servicios médicos del Barça previeron el pasado fin de semana, estos días no han sido fáciles para Leo. Su lesión, no por ser en un brazo, carece de importancia. Esta semana era “critica”, a juzgar por una persona relevante del club, pero el aspecto relajado de la mega estrella en las imágenes que se vieron por televisión durante el partido del Inter permiten ser optimistas. De los 89 partidos que Messi se ha perdido por lesión, los azulgranas han ganado 57 encuentros, empatado 17 y perdido 15. El domingo el Barcelona puede dar la primera estocada de la temporada al Madrid, pero los blancos, que vienen también heridos, irán a por todas
Messi, Messi, Messi, Messi, el increíble Messi está en la mente de todos, incluso cuando no juega