Reacción, triunfo rojiblanco y liderato
El Atlético de Madrid doblegó a una timorata Real Sociedad en el Wanda tras reponerse del batacazo de la Champions League ante el Dortmund
El Atlético de Madrid salió con la intención de que lo sucedido en Dortmund entre semana fuese sólo un mal recuerdo y no el primer clavo del cajón de una ‘mini-crisis’ mayor. El equipo colchonero tenía que responder y lo hizo para dormir líder, una enorme manera de recuperar la confianza. Maduró el partido y trazó la linea argumental de un choque en el que su rival adoleció de falta de valentía. La Real Sociedad daba sensación de poder aportar más pero también de respetar en demasía a su contario.
La primera mitad dejó a un Atlético voluntarioso que gozó de dos buenas ocasiones, antes de marcar, un disparo cruzado de Correa y sobre todo una chilena de Griezmann. La Real dejó dos buenos disparos desde la frontal para meter miedo pero poco más. El Atlético golpeó justo antes de la primera parte. Gol psicológico, ya saben. Una jugada en la que Correa se fue al suelo a la izquierda del área de Moyá, se levantó como en el potrero con el balón pegado al pie para darse la vuelta y dejar a Illarra fuera de juego, centrar y que el balón fuese rechazado con tan buen fortuna para los rojiblancos -mala para los albiazules- de que le quedase franco a Godín en el punto de penalti. El uruguayo la pegaba con la derecha, rememorando sus inicios en el fútbol como delantero, para anotar el 1-0.
En la segunda mitad, el balón era de los locales. El control también. Y los goles, también. Filipe Luis se inventó de la nada el 2-0. Agarró el esférico en el pico del área, se internó y la colocó con la derecha en la escuadra contraria. Voló Moyá en vano. Golazo. Golazo. Golazo. El segundo del lateral tras anotar el pasado fin de semana contra el Villarreal.
El Atlético, con el viento a favor, se sentía cómodo. Griezmann encontró por fin con espacios a Diego Costa, que se marchó en carrera, recortó y la pegó fuerte. De nuevo a romper, como en Getafe. De nuevo al cuerpo del portero. Potencia, sí. Lucidez cara a puerta, no tanto... El hispano-brasileño se vació en el partido. Quizás no marque pero su trabajo no falta nunca.
El equipo vasco tenía necesidad, Garitano metió a Sandro, Januzak y Juanmi, pero el salto ofensivo no se producía, la Real no generaba. Y al Atlético ya le iba bien con el resultado. Con todo, Rodrigo rozaba el 3-0 en un disparo desde la frontal
Godín abrió el marcador al filo del descanso; golazo de Filipe para sentenciar