Dembélé agota la paciencia
ADembélé (21 años) le toca elegir si quiere ser un profesional a la altura de la exigencia del Barça o seguir haciendo vida de jugador amateur. Tomar la decisión estrictamente personal de aprovechar su enorme talento para triunfar en el Camp Nou o regresar a su época de díscola promesa en el Stade Rennais antes de firmar su primer contrato. Le toca solo a él y a nadie más decidir su camino. Los que le rodean han intentado ayudarle pero no han obtenido ningún resultado porque el Mosquito parece que vive en un mundo aparte. A Ousmane se le están agotando las posibilidades de completar su profesionalización en el Barça. El prometedor extremo francés que el club blaugrana adquirió a precio de galáctico (105+ 40 millones) está despreciando con su desorden la paciencia y el espíritu de tutelaje de un entrenador como Valverde, la ayuda del club y, sobre todo, el apoyo de un vestuario que lo recibió con los brazos abiertos y se ve defraudado. La plantilla tiene objetivos comunes como son ganar todos los títulos, con sus bonus incluidos, y todas las piezas se consideran necesarias a lo largo de la temporada. Perjudicar los intereses del grupo por dejadez, tiene un peaje.
LA PACIENCIA POR SU INADAPTACIÓN se agota y en una semana se ha desatado el ‘caso Dembélé' en toda su crudeza. Empezó Valverde apartándole de la convocatoria ante el Betis en una decisión de vestuario por sus reiterada falta de respeto en los horarios y su comentada ‘desaparición'; siguió con el toque de atención público de Piqué; continuó con otra advertencia de Deschamps en Francia dando a entender que no tolerará más excusas; y siguió con la cumbre en el club vista la situación de crisis. Aún sabiendo que Cou estaba lesionado para el Betis, el extremo no percibió en ello una oportunidad. La directiva, que no se distingue por adoptar decisiones precipitadas, tomó posiciones ante lo que puede suponer la cronificación de uno de sus activos más caros. Dembélé no está en venta, al contrario, se espera que reaccione y que el Barça pueda pulir y disfrutar de su prodigiosas condiciones. Él decide