La gestión del vestuario, el punto fuerte de Eusebio
Está brindando oportunidades a todos los jugadores de la plantilla
A menudo, cuando un entrenador llega a un banquillo nuevo, la mayoría de los futbolistas acostumbran a cambiar de mentalidad para tratar de convencer a alguien que, a priori, todavía no tiene aún preferencias por unos u otros. Esto es lo que está pasando desde el principio de este curso en Girona, donde después de varias temporadas en las que Pablo Machín confío en su bloque de 13-14 jugadores, la llegada de Eusebio reactivó a todos los miembros de la plantilla. Los habituales, para dar un paso al frente y ganarse la opción de seguir siendo importantes, mientras que los que no tenían minutos supieron que tenían la oportunidad de cambiar su rol en el equipo.
“Cuantos más efectivos sumemos para la causa mejor”, ha repetido Eusebio desde que se hizo cargo del Girona hace ya algunos
meses. De las palabras, a los hechos. Y es que el técnico está repartiendo oportunidades a todos los jugadores, mientras ellos responden con rendimiento.
Todos tienen su momento
Llegados a la jornada décimo segunda de la Liga se da la circunstancia que todos los jugadores de campo, a excepción de Mojica, han disputado como mínimo, dos partidos de titular. Este dato habla bien de la gestión que está teniendo Eusebio, que ha definido un once más o menos prototipo. Pero por las bajas que se han ido sucediendo entre lesiones y sanciones, ha dado entrada a todos, sin casarse con nadie y respetando la continuidad de aquellos que se lo han ganado sobre el césped.
Desde Bernardo y Bono, los dos hombres que han sumado todos los minutos posibles en estos doce encuentros (1080), a Doumbia, que con dos titularidades y algunos minutos en segundas mitades suma 143’, el que menos ha jugado. El resto se encuentra entre la franja de los 300 y los 900 minutos, en una de las principales diferencias que existen entre el Girona de Machín y el de Eusebio