Año nuevo y hombro nuevo para Marc

La suerte del campeón que tantas veces libró a Marc Márquez de sí mismo, de su arrojo y de sus riesgos siempre bajo control, en la última carrera del año en Cheste decidió darle la espalda. Ha sido un Gran Premio para sobrevivir y no para exagerar porque a la mínima se iban al suelo, nadie estaba a salvo tuviera el palmarés que tuviera.

Pero en su caso había un riesgo mayor porque desde Motegi ese hombro izquierdo que ya tenía hora para una sesión de chapa y pintura en la mesa de operaciones de la Dexeus a primeros de diciembre le ha estado dando avisos. Por suerte el título mundial, su quinto MotoGP, ya estaba en su mochila, pero esas luxaciones y subluxaciones han sido continuas, la última en la calificación para la última parrilla del año tras un revolcón. Y aunque no tuviera ninguna necesidad de arriesgar no ha dejado de ser campeón hasta el último GP.

Duró en carrera poco más de seis giros en una pista no apta para pilotos agresivos. Iba tercero tras Rins y Dovizioso cuando saliendo de la curva 9, aquaplanning y tremendo highside, su 23ª caída del año, y se protegió muy bien de la luxación. Ya es veterano de guerra.

Pero este cuarto cero del año no va a empañar en absoluto su segunda mejor campaña de siempre en MotoGP con 9 triunfos y 14 podios, los mismos que firmó en 2014. Año nuevo y hombro nuevo y a seguir sumando

Su cuarto cero no empaña su segundo mejor año en MotoGP tras el estelar 2014