La extraña sucesión de ‘fuego amigo’ sobre Dembélé
Valverde y varios ‘pesos pesados’ han decidido que con él la ropa sucia no se lava en la intimidad del vestuario
Ousmane Dembélé (21 años) ha recibido varios toques de atención públicos desde que está en el FC Barcelona pero ha sido últimamente cuando se han producido la mayoría de ellos. Y la mayoría ha sido ‘fuego amigo’, es decir, proveniente de gente de su equipo. El francés, que llegó previo pago de 105 millones fijos y otros 40 sujetos a variables, ha estado en el centro de la diana en las últimas semanas por un par de faltas de actitud que han salido a la luz. En primer lugar, por su displicencia para entrar al campo durante el partido ante el Sevilla en que Messi se lesionó su brazo derecho. En segundo lugar, por no presentarse a un entrenamiento y no avisar de que no podía acudir por culpa de una gastroenteritis, lo que generó una hora y media de incertidumbre en el seno del primer equipo. En cualquier caso, lo que ha sorprendido es que desde dentro del club y del vestuario se le haya puesto en la diana de una forma tan evidente, algo que no se recuerda en la historia reciente del club. Y es que Dembélé tiene sus cosas, obvio, pero tampoco mató a JFK.
Piqué empezó en mayo
El primero de estos toques al francés data de finales de la temporada pasada, en mayo, cuando Piqué aireó durante el homenaje de despedida de Iniesta que Dembélé acostumbraba a retrasarse. “Tenemos un grupo de whatsapp del equipo que se usa para comunicar las horas a las que tenemos los entrenamientos y los actos. El grupo va bien para avisar de los horarios a Dembélé, que siempre llega tarde”. Una broma pública ante la plana mayor de la directiva y del área ejecutiva que el francés encajó con cara de póker.
Una vez iniciada la actual campaña, en el parón FIFA de octubre, el seleccionador francés, Didier Deschamps, fue exigente con él en rueda de prensa: “Dembélé tiene características ofensivas que le permiten desbloquear situaciones, está haciendo un gran inicio de temporada con el Barcelona marcando goles, pero tiene margen de progresión en un equipo en el que tiene mucha competencia”. Y añadió: “Creo que aún no es totalmente consciente de toda la exigencia que supone el alto nivel, pero tiene características que le permiten desestabilizar al adversario. Si sigue añadiendo otras características, como hace con su club en este inicio de temporada, será aún mejor”. Ousmane había sido decisivo en varios triunfos azulgrana con sus goles.
Después llegó el partido de la lesión de Messi y, tras el percance del argentino, Valverde ordenó que Dembélé saltase rápido al campo para sustituirle, pero el galo se tomó su tiempo, entre otras cosas porque no tenía las botas atadas. No le había sentado bien su suplencia ese día y lo escenificó con su parsimonia y desdén hacia Valverde mientras el técnico le daba instrucciones tácticas antes de entrar al campo. Después, su falta de combatividad en algunas acciones que requerían sacrificio defensivo levantaron más ampollas. Tras el partido, Rakitic se quejó de su lentitud para entrar al campo. “Debemos prepararnos para hacer los cambios más rápido. Hay que estar preparados antes y hacer el cambio cuanto antes mejor. Hoy hemos jugado mucho tiempo con un jugador menos”, se quejó. Y Valverde le dio un palo a Ousmane de forma velada: “No me importa que un jugador pierda balones, lo importante es lo que hace después de haberlo perdido”.
Gastroenteritis, Valverde y Piqué
Días más tarde, a Dembélé se le acusó de llegar tarde al Camp Nou en la previa del partido del Inter. El club le defendió diciendo que había llegado dentro del límite horario fijado por el cuerpo técnico, pero Valverde dejó entrever otros retrasos. “Lo de Dembélé no tiene demasiada importancia, me fijo en la cuestión deportiva. Esta vez en el momento de la charla técnica previa estaba en el sitio en el que debía estar”.
Posteriormente llegó su ausencia del entrenamiento por la gastroenteritis en que no avisó al club. Aquel día desde el vestuario no se le dio cobertura ni se negó su ausencia y Valverde tampoco puso paños calientes en rueda de prensa. Además, le dejó fuera de la lista ante el Betis aduciendo que “cada uno lo puede interpretar como quiera. Busco lo mejor. Lo único que esperamos es que el equipo se beneficie de su talento y el club, que ha hecho una gran inversión, también. Se trata de que todos vayan aprendiendo”.
Tras el 3-4 ante el Betis, fue Piqué quien se refirió al episodio de Dembélé con una recomendación cuanto menos curiosa viniendo de un jugador que, además del fútbol, tiene otros muchos frentes abiertos. “Tenemos
Al contrario de lo que pasa habitualmente, los toques de atención han sido desde dentro
Piqué, Rakitic y Suárez también hablaron en público para reprender al francés
que ayudar a Dembélé a ver que el fútbol son 24 horas. Hay que vivirlo del primer minuto al último. Hay veces que no es solo hacerlo sino también aparentarlo”, dijo.
Posteriormente llegó la cumbre de la cúpula directiva y deportiva del Barça con sus agentes que desveló MD para pedirles más atención sobre su futbolista y una portada del francés L’Équipe en que se aseguraba que Dembélé estaba “en peligro”.
También Deschamps se animó a darle un ‘palito’ en esta última jornada de partidos internacionales: “Ousmane lleva mucho tiempo con nosotros y conozco sus excusas para cuando llega tarde. Ya sea en un gran club como el Barcelona o en cualquier otro lado, debe ser más cuidadoso porque tiene obligaciones como futbolista”.
Suárez, sin anestesia
Y por último, llegó el contundente mensaje de Suárez en París, antes el Francia-Uruguay. Luis pudo driblar el tema al no estar en una rueda de prensa de club sino de su selección, pero no quiso: “Ser futbolista es un privilegio. Creo que Ousmane debería concentrarse principalmente en el fútbol, e inspirarse en los ejemplos de profesionalidad que hay en el vestuario del Barça. Debe ser más responsable en algunos aspectos. Pero merece estar aquí”. Hoy se reencontrará con todos