PRIMERO POR LA GRACIA DE LEO
MD CON EL BARÇA EN LA CHAMPIONS LEAGUE Una virguería de gol de Messi y su asistencia a Piqué en el segundo llevaron al Barça a octavos como líder de grupo El argentino logró desencallar un partido gris de los azulgrana y con tres balones al palo de un PSV
El Barça certificó su pase a octavos como primero de grupo. Fue la buena noticia que dejó un partido ante el PSV que Messi desencalló cuándo y cómo quiso. Marcó una virguería de gol, un golazo, y asistió el segundo a Piqué. Van Bommel aprendió que la suerte no se busca, que es simplemente tener de tu lado al argentino. Lo suyo, lo del técnico, fue infortunio con tres balones a los palos. Cuando Leo quiere un título “tan lindo” es una gesta tratar de pararle.
Valverde huyó de los experimentos. Ya lo había avisado. El once previsible por las lesiones de los últimos partidos pero agravado por la baja de última hora de Umtiti por unas molestias. Rakitic por la izquierda cubriendo la ausencia de Arthur, el regreso de Dembélé y el falso ‘9' de Messi qu e acabó siendo lo más verdadero.
Influido por el termómetro, el
Barça salió frío. Ordenado pero blando. El PSV, en cambio, arreó con mayor ímpetu. Le iba el tercer puesto y se la jugó. Su plan quedó claro muy pronto. Una pérdida de Busquets propició una falta bien dirigida de Gastón Pereiro y un córner con remate de De Jong obligó a Ter Stegen a estirarse y al Barça a espabilar. O lo hacía o estaba condenado a sufrir. Y sufrió.
Trató de reaccionar por la derecha, con Dembélé con ganas de desbordar y con Messi implicándose. El juego partía de Leo pero sin punto final. El PSV se conformaba dando latigazos y aprovechando los errores individuales en defensa, muchos, como los de Busi, Rakitic y Ter Stegen. Demasiadas concesiones y peligro. Pereiro estrelló entonces el balón en el poste izquierdo. El estruendo no despertó a los culés.
Como un goteo, los holandeses generaban ocasiones pero pecaban de puntería. Irreconocible, el Barça se mostraba vulnerable, inconexo, basculando sin convicción. Sólo el liderazgo de Messi y la chispa de Dembélé agitaban al equipo. La
primera gran ocasión, la de verdad, llegó sin embargo por la izquierda, después de un córner con un remate de Arturo Vidal que sacó Angeliño en la línea de gol. El Barça tomaba cuerpo al fin, a la media hora. Leo encontraba refugio al lado de Alba y ya no le perdió de vista. Asistido por el lateral, sacó su fusil y empezó a disparar. Hasta en tres ocasiones. Fue un oasis. Un nuevo error de Ter Stegen alteró la poca estabilidad encontrada.
Al Barça le salvó en la primera parte la fortuna, sin duda. En otra falta, el cabezazo de De Jong dio en el travesaño y el remate posterior de Bergwijn volvió a golpear en el poste. Tres palos, tres nada menos. Van Bommel no daba crédito
Los goles, en la segunda mitad
En la segunda parte, el Barça pareció tomárselo más en serio. El balón circulaba con cierta profundidad y Messi se asociaba con todos. El intercambio de golpes continuaba pero los azulgrana aguantaban mejor. Y, en esas, apareció Leo. Como siempre. Dembélé le devolvió la asistencia del Wanda y el ‘10' ejecutó el 0-1 rodeado de rivales, en el interior del área. con otro chut letal. Un tanto mayúsculo, otra obra de arte. A Messi no se le puede dejar chutar tantas veces. Al cuarto de hora de la reanudación, el Barça ya ganaba. Desatado, el argentino era el rey y el PSV asumía que contra el mejor del mundo es imposible.
Una falta no ensayada acabó con el 0-2, encriptada por unos instantes. Daba igual. Un mal saque de falta de Leo al área lo desvió Piqué a gol. El Barça respiró. Los holandeses casi dimitían y Van Bommel cambiaba jugadores. Y aún así, alguna ocasión holandesa hubo. Como una de Lozano que, esta vez sí, Ter Stegen paró. Lo peor vino después con el gol de De Jong en otro despiste. No les dio tiempo a más
El dato 20 veces primeros El Barça sumó su 20ª clasificación como primero de su grupo de Champions, la 12ª consecutiva.