Los primeros cinco minutos después
Sabiendo desde hace meses el irreversible diagnóstico del presidente, el FC Barcelona tenía, tiene, activados distintos escenarios de actuación inmediata que consensuará con la familia. Modelos diferentes vividos tras las muertes del presidente Agustí Montal, del genio
Johan Cruyff y del entrenador de los 100 puntos, Tito Vilanova. Aún así, con todas las opciones contempladas, la noticia causó enorme impacto en el club.
Eran, apenas, las dos de la tarde cuando sonaron los teléfonos de emergencia y minutos después se confirmaba fidedignamente el fallecimiento de Josep Lluís Núñez a los 87 años de edad. El vicepresidente
Jordi Cardoner, con relación directa con la familia, tenía noticias de primera mano que compartió con los compañeros de junta. Por cierto, vicepresidente, que estaba en Argentina cuando el 24 de marzo de 2016 murió Cruyff, también estaba ayer fuera de Barcelona. Para ser exactos, en Nueva York.
Alertado telefónicamente, el presidente Bartomeu se hallaba en Italia, en las inmediaciones de Turín, reunido con sus compañeros de la ECA. Como es lógico, en cuanto le localizaron, desde el club se intentó su regreso inmediato a BCN pero, por cuestiones logísticas, resultó imposible. Tenía billete de vuelta para la tarde de hoy y todo lo que ha podido hacer es encontrar una salida para llegar a casa esta mañana. Desde el departamento de prensa, mientras tanto, se procuraba que Bartomeu pudiera atender a los medios desde Italia. El vicepresidente económico Jordi Mestre, sentado en el restaurante Impar del Hotel Sofia, se puso en marcha antes de las 14.05, en cuanto le llegó el WhatsApp y sin haber llegado a probar el primer plato. Muy cerca de él, en el mismo salón de la instalación hotelera, el secretario técnico Eric Abidal en reunión de trabajo. Esto es el Barça y la vida sigue aunque llegue la muerte