Josep Lluís, el gran ‘President’
Debió ser en 1977. Suena el teléfono que tenía yo sobre la mesa en mi despacho de la calle Rocafort 241. Como decía aquel, allí empezó todo. Voz femenina. “Sr. Minguella, el Sr. Núñez querría conocerle”. Así empezaron 45 años de relación amable por momentos, dura en otros y tempestuosa a veces. Fuimos a cenar al altillo reservado que existía en el restaurante ‘Pollo al ast’ en la calle Valencia, entre Casanova y Muntaner. Cocinaban un pollo asado único y unos crepes en directo que tumbaban.
Por aquella zona se movían muchos de los futbolistas del Barça de la época. Núñez me explicó que pretendía ser el siguiente presidente del FC Barcelona. No estaban convocadas las elecciones. El presidente vigente era Agustí Montal. Me di cuenta de que quería que le hablara de las características del mundo del fútbol y cómo entrar en él. Empezó viajando con el equipo a varios desplazamientos. En aquella época había un grupo reducido de socios-seguidores encabezados por la señora Piera, viuda del histórico extremo culé, que hacía el mismo desplazamiento que el grupo de profesionales y parte de la prensa. ¡Imaginaros! El aprendiz de culé, que no era muy amante de los viajes, empezó a frecuentarlos. Así fuimos conociéndonos.
Meses después dimite Montal, asume por unos meses Raimon Carrasco, hermano del político fusilado por sus ideas políticas. Se preparan las primeras elecciones democráticas de un club en España. Son días de dudas, de muchas presiones. Desaparecido Franco hay mucha tensión, forcejeos políticos y económicos, también en el fútbol. Es el año que se está preparando la Constitución, ésta que ahora cumple 40 años. Si ahora vivimos lo que vivimos, imaginad si podéis lo que era entonces.
Josep Lluís Núñez es elegido presidente por delante de Ariño, que era candidato continuista, también de Casaus y de Casals. Ahí empieza la etapa más larga, más fructífera, con altibajos eh, de la historia de nuestro club. Aquí no se trata de hacer un ranking de quién ha sido hasta el momento el mejor presidente de nuestro club. Con Gamper a la cabeza, todos los mandatarios han aportado horas, dedicación y sacrificio para hacer lo mejor posible, viviendo circunstancias diferentes, que no son comparables. Y todos merecen el agradecimiento de la masa social, aunque a veces se hayan sacado pancartas o pañuelos para mostrar desacuerdos puntuales. Con la llegada de Núñez, el Barça está en manos de un promotor, un hombre que siendo seguidor del fútbol, siempre al lado de su inseparable Maria Lluïsa, está levantando un imperio inmobiliario quedándose todas las esquinas de la ciudad con aquellos letreros enormes de ‘Quédatelo y paga en diez años’. Este espíritu emprendedor lo aplicó al club de forma inmediata. Gerente Josep Maria Serra, luego presidente del Condal. Secretario general, Anton Parera, poco después gerente y hombre de máxima confianza. Imagen institucional, Casaus. Puso a Gaspart para temas federativos y con otros clubs. Todo bajo el control directo del presidente. Núñez se dio cuenta de que si no mejoraba la cuestión económica no había salida y estábamos abocados a la sociedad anónima. Había que combinar los pocos medios con fichajes llamativos. Del Mundial 78 nos trajimos a Krankl, goleador. Al año siguiente, Quini, el imposible fichaje de muchos años atrás. Luego siguieron Maradona, Schuster, Rivaldo, Romario, Ronaldo, Stoichkov, Laudrup y Hagi.
Paralelamente, la reconversión de La Masia de oficinas administrativas en el lugar del alojamiento de las jóvenes promesas que más tarde formarían el ‘Dream Team’ y en especial el equipo glamuroso de los últimos años que culminó en la etapa de Pep Guardiola, uno más de la Masia.
El Barça pasó de la mediocridad a los primeros lugares en potencial económico y deportivo. La etapa de Johan Cruyff ysu ‘Dream Team’ merece un apartado especial. Queda para otro momento. Ahora se nos ha ido el gran ‘President’. Descansa en paz