Mundo Deportivo (Barcelona)

Cillessend­e cine

El portero holandés, que efectuó 6 paradas de mérito ante el Tottenham, tres espectacul­ares, está al nivel de los mejores del mundo

- Gabriel Sans

El consenso es total y el aplauso, unánime. El Barça dispone de dos de los mejores porteros del mundo. Uno, Ter Stegen, es el titular. El otro, Cillessen, es un suplente de lujo. El holandés, que aterrizó en el Camp Nou en verano de 2016, no cuenta con tantos partidos como el alemán pero está a un nivel parecido en colocación y reflejos. Cillessen siempre responde y hacerlo con aparicione­s intermiten­tes es un mérito añadido. En esta última jornada de la fase de grupos de la Champions, impidió que el Tottenham se llevara la victoria. Su catálogo de paradas, algunas con la etiqueta de imposibles, fue extraordin­ario. Aunque su juego no resultó tan punzante como se esperaba, los ingleses se aplicaron en buscar el gol porque les iba la clasificac­ión para octavos. Remataron 17 veces, sólo 7 de ellas bien dirigidas. Cillessen intervino en 6 con acciones de una gran calidad y exhibición técnica. No es sencillo ser el segundo portero del Barça (24 partidos en tres años) porque las escasas oportunida­des que le conceden los técnicos obligan a pasar exámenes con nota. Y Cillessen se salió ante los de Pochettino. Tres paradas fueron prodigiosa­s. Un mano a mano con Son, a quien después detuvo un disparo en el interior del área, un disparo de Eriksen y un cabezazo a bocajarro de Lucas Moura que el brasileño todavía se pregunta qué pasó. Hay quien recordó otras en años anteriores a Gayà y Bas Dost. Es un portero excepciona­l y como tal, su cotización en el mercado va en aumento. Fuentes del Barça explicaron ayer a MD que no saldrá en el mercado invernal, que él mismo se ha cerrado las puertas. Quiere más minutos, claro, pero ahora no es el momento. Admiten, sin embargo, que la opción de un traspaso en verano es muy alta. No hay ofertas en firme pero las habrá. Saben del interés de muchos clubes pero no hay propuesta en firme. Su cláusula de rescisión es de 60 millones de euros. Una cantidad fija que se pediría en el mercado invernal pero que en verano es negociable. Su salida podría resolverse por unos 30 millones. Ya el verano pasado, algún club le transmitió su intención de contratarl­e pero el club azulgrana le convenció para que se quedara. En oficinas tienen un problema y lo asumen. Encontrar un relevo no será fácil. Koeman lo sabe bien

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