El Fernando Alonso de los ingenieros
Manuel Muñoz, jefe de ingeniería de Pirelli en la F1, repasa el difícil camino que le llevó al paddock
Las personas que destacan por encima del resto son las que sueñan en conseguir algo que parece imposible, y Manuel Muñoz (Barcelona, 21/12/1977) es claro ejemplo de ello. El español, criado en Alcalá de Henares (Madrid), poco podía pensar que cuando decidió lanzarse a la piscina para intentar vivir de las carreras, llegaría finalmente a ocupar el puesto que tiene hoy día, el cargo técnico más elevado de Pirelli en la
F1, el de Jefe de Ingeniería. En él se encarga de hacer de enlace entre la fábrica italiana de neumáticos y todos los ingenieros de pista de la firma milanesa que trabajan con cada equipo , además de estar en contacto con otros departamentos y supervisar múltiples proyectos.
El camino hasta la cima no ha sido nada fácil para este auténtico luchador de la vida, que en 2017 acumuló dos ascensos seguidos, siendo nombrado primero Jefe de Ingeniería de Pista y posteriormente el cargo ya citado. Todo, en apenas unos meses, premio a su constancia y su enorme apuesta por el motor cuando pocos en España creían en este mundo. “Cuando tomé la decisión, recuerdo que vivir de las carreras era muy complicado. Ni imaginábamos que íbamos a tener un campeón de la F1 y que este deporte pudiera protagonizar una conversación de lunes en un bar como pasa ahora”, expresó para MD Manuel.
Este ingeniero, amante de los dulces que sirven en el hospitality de Pirelli, del motor y de otros deportes como el tenis, fue todo un pionero al emprender un viaje lleno de muros que fue derribando poco a poco. Estudió el primer curso de informática y luego hizo tres años de telecomunicaciones, y pese a sus notas ejemplares, decidió lanzarse al vació sin paracaídas. Quería dedicarse al motor. “a mi madre, a la mujer, casi le da un ‘yuyu’”, expresa entre risas. “Y encima no me convalidaron nada porque te bajaba la media y me tuve que reexaminar de todo otra vez para poder sacar buena nota. Y el primer año de industriales me matriculé de un año y medio directamente, fue una burrada”.
Ley del máximo esfuerzo
Manuel lleva la ley del máximo esfuerzo por bandera y le enerva ver como a veces se pretende premiar a aquellos que se rigen por la ley contraria. “Decidí ponerme a trabajar para pagarme mis estudios porque el escaso sueldo de mi madre y su pensión de viudedad no daban para más”, recordó un día por Twitter, donde se ha quejado varias veces de algunas leyes, como la propuesta que se anunció en noviembre, con las que se podría obtener el título de bachillerato con un suspenso.
Ante la falta de estudios especializados en ingeniería de motorsport en España, decidió realizar los dos últimos años en Inglaterra. “A diferencia de España me dieron una beca por las notas. Y como que no tenía un duro, tuve que hacer el proyecto junto al último año de carrera”, añade. “¿Qué le diría a los jóvenes? Que es posible llegar, y más ahora. A mí me costó Dios y ayuda encontrar a alguien que me explicara el camino a seguir”. Y una vez alcanzó su sueño, no dejó de pelear. Pasó por el DTM y otros campeonatos, fue estratega de Toyota en F1 y en Pirelli no dejó de sorprender. Fue ingeniero de pista para Lotus, Ferrari y Red Bull y su ascenso fue enorme. Ejemplo de esfuerzo y talento, un Alonso de la ingeniería
Se ganó dos ascensos consecutivos hasta llegar al mayor cargo técnico de la firma