No a la vuelta de Neymar

El brasileño está loco por volver al Barça. Los dirigentes azulgrana no quieren descartar públicamente su vuelta porque a los jugadores (Messi y Arthur lo acaban de confesar) les gustaría pero es tan rocambolesca que, ahora, no tiene sentido. La razón más clara es que su demarcación está muy bien cubierta con Dembélé y Coutinho, jugadores que han costado un dineral y son jóvenes. Además, los miembros de la secretaría técnica saben que los brasileños “alegres” dan 2 o 3 temporadas buenas y luego hay que venderles porque baja mucho su rendimiento. De hecho, Neymar estaba en el podio del balón de oro cuando dejó el Barça y ahora ocupa la 12ª posición. El Barça necesita un goleador, un 9, que sustituya paulatinamente a Luis Suárez y la próxima gran inversión debería ser para cubrir esa posición. Y el gol no se compra barato, precisamente. Además, el PSG no dejará salir a Neymar fácilmente ya que su fichaje fue geopolítico, además de deportivo. Una operación estratégica para demostrar al mundo occidental que Qatar puede codearse con Europa y promocionar su país por el mundo a través del fútbol hasta el Mundial que organizarán en 2022. Ni una hipotética sanción al PSG por quebrantar el ‘fair play financiero' le acercaría al Barça. El club parisino, que si se desprendiera de él pediría más de 222 millones, no guarda una buena relación con los dirigentes azulgrana por lo que si aceptaran venderle no lo harían al club catalán. Y un jugador que se comporta con la deslealtad y la falta de ética con la que actuó Neymar en agosto de 2016 no merece volver a vestir de azulgrana. Y si se va al Real Madrid ya se lo pueden confitar con merengue