Después de Bartomeu, ¿quién?
En la comida de Navidad con periodistas, Bartomeu recordó que ya ha pasado la mitad de su mandato y que en verano faltarán dos años para convocar elecciones a la presidencia. Hasta 2021, deportivamente hay que aspirar a más Champions y otro triplete para culminar la era Messi. Económicamente hay que llegar a los 1.000 millones de ingresos y hay que encontrar el patrocinador para el apellido del Camp Nou que permita pagar las obras del Espai Barça. Judicialmente hay que cerrar el caso DIS (Neymar 2) con los mínimos rasguños, sonrojos y costes posibles para el Barça. Mientras Bartomeu gestiona el Club pivotando en tres patas (Valverde, Grau, Segura), vive ajeno al ruido de su sucesión.
No será hasta dentro de un año que Bartomeu reúna a los miembros de su junta para preguntar si hay alguien que quiera ser el candidato continuista y, así, no tener que avalar el 15% del presupuesto. Será el momento en que Jordi Cardoner, vicepresidente primero, tendrá que decidir si da el paso para ir más allá de esa presidencia accidental de su abuelo, Nicolau Casaus. También habrá que ver qué decide el entregado directivo Xavier Vilajoana al que, cuestionado sobre sus tentaciones presidenciales, recurre a la fórmula “nunca digas de esta agua no beberé”. Mientras, el CEO del Grupo Euroconstruc, dice que “ahora toca trabajar y trabajar mucho para el futbol formativo”, la tarea encomendada por Bartomeu.
Fuera de la junta, Joan Laporta sigue dejándose puertas abiertas para el regreso en 2021, flirteando con el suspense, como ya hizo en 2015 para terminar presentándose. Pero Laporta no es el único abogado que podría optar a la presidencia. Hay otro joven colega suyo de Barcelona, con buenos padrinos y mejores consejeros, que estaría preparándose para aspirar al relevo de Bartomeu. Su nombre no ha trascendido todavía y su estrategia es, una vez deshojada la margarita, salir al ruedo sólo en caso de convocatoria de elecciones. Una táctica radicalmente opuesta a la del empresario Víctor Font, el único que no esconde sus intenciones, hasta el punto de dejar su residencia familiar en Dubai para instalarse de nuevo en Granollers. De hecho, este mes de enero terminará con un nuevo acto donde Font se postulará, de nuevo, como precandidato. Hecha ya la rueda de prensa para anunciar su voluntad de presidir el club, en esta ocasión el formato será entrevista con público en un auditorio que ya ha agotado las localidades.
¿Y mujeres? Me resisto a creer que de las 37.863 socias del Barça no hay ninguna que reúna suficientes ganas y poder económico para optar a suceder a Bartomeu. Que en un siglo y cuarto no haya ninguna mujer presidenta empieza a ser una rara anomalía. Que en todo este tiempo no haya habido ni una candidata es un reflejo de la cara que menos nos gusta de esta sociedad