“VOY A DIVERTIRME Y A GANAR”
Todo aquel que conoce a Carlos Sainz (56 años) sabe que, si hace algo, es para ganar, con e mayor rigor y profesionalidad. Y tras un año en el que tuvo a todos sus seguidores en vilo después de muchos meses sin anunciar si defendería su cetro en el Dakar 2019 u optaría por retirarse, el español atendió a MD extremadamente motivado para repetir éxito en las duras dunas peruanas. Lo hará al volante de un Buggy de Mini que el propio madrileño ha evolucionado para cumplir sus dos objetivos este enero: vencer y divertirse. ¿Cómo vivió el proceso de tomar la decisión de seguir y defender corona en el Dakar? ¿Fue una situación tensa? Quizás lo habéis vivido vosotros, los periodistas, con más tensión que yo. Ahora, a toro pasado se puede decir que prácticamente un mes después del Dakar 2018 ya había conversaciones con Mini y con Toyota. Con lo cual, la tensión yo creo que ha sido más fuera que dentro. Siempre supe que si quería correr de nuevo el Dakar había opciones. Mini tiene un proyecto ganador y por eso estoy aquí. Tenía entendido que su mujer Reyes esperaba que dejara la competición tras tantos años ¿Cómo le dijo que seguiría? No, no es así. Yo, lógicamente, cuando me contactaron Mini y Toyota, tampoco dije nada a nadie. Lo pensé y todo tiene su proceso. Llegó un momento en que,
cuando estaba más convencido de lo que quería, que sí que lo empecé a hablar con la familia, pero fue un proceso de maduración más largo de lo que parece. ¿Ha sido complicado prepararse para un Dakar de tan altas temperaturas y tanta duna? No hay altura y por lo tanto hemos trabajado menos en hipoxia. Nos hemos enfocado en trabajar en calor, a tratar de aclimatarnos un poco más, trabajando dentro de la sauna. Y todo ello, viajando con su hijo a la Fórmula 1.
Este año he viajado menos a la Fórmula 1. Durante la segunda mitad de la temporada solo fui a dos o tres carreras. A partir de agosto he estado dedicándole tiempo a la preparación, a los test, al Rally de Marruecos y he viajado menos que el año pasado. Es cierto que cada vez necesitas más preparación. He tenido más molestias en la rodilla pero llego bien. No me quejo. Será un Dakar corto, pero a la vez muy duro.
Me espero un Dakar intenso, complicado, y es que el Dakar siempre es así. Será corto, pero el porcentaje de dunas va a ser casi del 100%. Una etapa de 300 km de arena y de dunas a lo mejor nos llevará unas 5 horas con una trampa en cada minuto. El estrés en una etapa de dunas y navegación para mí que vengo de los rallies es mayor. Si llegas al último día con media hora de ventaja no podrás estar tranquilo, nadie lo estará hasta el último metro. Llega a Mini tras pilotar un auténtico cochazo como el Peugeot 3008 DKR. ¿Cree que el buggy de Mini ya ha alcanzado su máximo nivel gracias a su aportación? Es un coche joven. Cuando digo que es joven quiero decir que creo que todavía tiene mucho potencial. Eso hace que a lo mejor no esté al máximo nivel en relación al potencial que tiene. Lo que sí creo es que en el tiempo que hemos tenido lo hemos mejorado de manera exponencial y hemos hecho un buen trabajo, tanto el equipo como yo, para poner el coche a este nivel. Ha dicho que solo le preocupa la fiabilidad en carrera.
No tiene los años de evolución que tiene el Toyota 4x4. Hay muchas piezas que con una misma base van evolucionando año a año y y cuentan con kilometraje y sabes cuánto duran,
mientras que éste es un coche nuevo con un año de Dakar y si algo me preocupa es la fiabilidad, no por la falta de trabajo, sino por la falta de experiencia del coche en competición. ¿Qué expectativas tiene?
Todas. Solo hay un objetivo: Hay que acabar la carrera, pero por encima de todo, ganar y divertirnos. ¿Siente más presión por defender su corona?
Ganar el año pasado no me va a dar un minuto extra. Estar con Mini con un coche con posibilidades de ganar el Dakar era la prioridad y es lo que más me importa. Y no creo que tengamos más presión por haber ganado, aunque
sí que me hace ilusión revalidarlo. ¿Cómo ve a sus rivales?
Vamos a ser los mismos del año pasado, empezando con los compañeros de equipo, también Nani Roma con ese 4x4, los Toyota, el enemigo número uno a batir encabezados por Nasser AlAttiyah, y no hay que descartar a Loeb. Somos los mismos del último Dakar y quizás alguien más. Loeb volverá con el Peugeot como privado. ¿Qué piensa al ver que luchará con un vehículo que ha desarrollado usted? Seguro que va a ser un enemigo difícil. Es cierto que no lleva la estructura del equipo oficial. Será un enemigo duro pero nuestro Mini es un gran coche. Hace unas semanas hizo de profesor de Alonso al volante de un Kart Cross y un coche de rallies. ¿Cómo fue el día? ¿Se prepara para el Dakar?
No tiene nada que ver. Lo pasamos bien yendo en un coche de rallies. La verdad es que es un auténtico gusto pasar esos ratos con él. Es un personaje tremendo y nos divertimos mucho. ¿Lo anima a que corra el Dakar?
Ya lo he animado. Pero es extremendamente inteligente y sabe que es una carrera que hay que respetar, tanto si eres campeón del mundo de rallies o de F1. Es una especialidad diferente y hay que respetarla. Si me pide consejo algún día lo animaré a tope pero tiene que prepararla bien, a conciencia, hacer test, entender la especialidad y hacer alguna carrera. El mundo de los rallies lo conoce menos, no es como Le Mans o la Indy500, que son en circuito. Tiene capacidad para correr y no tengo dudas de que si se lo toma en serio lo haría estupendamente.
¿Qué mensaje enviaría a la afición de Mundo Deportivo?
Aprovecho para felicitar el año nuevo a todos los seguidores del diario, del motor, de los rallies y del Dakar. Les envío un abrazo enorme