Pascual, amor de padre y entrenador
En el Barça intenta hacerse un hueco Àlex, 18 años e hijo del técnico, con el precedente de Valero Rivera, senior y junior
Pocas cosas han herido más a valero Rivera, el arquitecto del ‘Dream Team’, que los improperios que tanto él como su hijo tuvieron que escuchar años atrás cuando Valero júnior subió al primer equipo del Barça. La situación llegó a ser tan desagradable que el jugador se marchó del club para huir de ese ambiente dañino y foguearse en otros equipos.
Previo paso triunfal por el Nantes y conquista del oro mundial junto a su padre en 2013, al final Valero volvió al Barça consagrado como uno de los mejores extremos izquierdos del mundo. El internacional español regresó al conjunto francés el verano pasado.
Ahora en el Barça intenta hacerse un hueco otro hijo del actual entrenador, que juega curiosamente en la misma posición que Valero Rivera: Àlex Pascual, de 18 años e hijo de Xavi Pascual, es uno de los cuatro jóvenes del filial que el técnico azulgrana ha hecho debutar esta temporada con el primer equipo, junto a Mamadou Diocou, Juri Knoirr y Jannek Klein. ¿Le cuesta separar el amor de padre del trabajo de entrenador?
Para la bueno y lo malo
“Una cosa es independiente de la otra”, confía a MD ‘Pasqui’, que quiere tratar el tema con la mayor normalidad posible. “Àlex es un jugador más y, cuando lo crea conve- niente, le haremos jugar, a él y otros jugadores del filial. Tenemos plena confianza en las categorías inferiores y nos pueden ayudar. Nos ayudaron mucho en diciembre, sobre todo para hacer rotaciones y llegar bien a la Copa Asobal. Si los resultados acompañan en 2019, entrarán más veces porque se lo ganan día a día”, añade el entrenador azulgrana.
¿Cree que Àlex Pascual puede tener futuro en el Barça? “Ya veremos, nunca se sabe. A los jugadores hay que darles oportunidades y ellos, con su trabajo, se lo ganan o no”, responde Pascual. ¿Teme que la gente le mire con lupa como sucedió con Valero Rivera?. “No es una pregunta para mí. Cada uno tiene su trabajo y tanto yo como Àlex, con sus errores y aciertos, intentamos hacerlo lo mejor posible. Sabemos dónde estamos y lo que es jugar en el Barça, para lo bueno y para lo malo. Aquí cuando se pierde todo es un estruendo”, asegura el técnico.
Obviamente, con el antecedente vivido años atrás con Rivera, ‘Pasqui’ ha aconsejado a su hijo sobre el tema. “Son cosas que deben quedar entre padre e hijo, pero una cosa es lo que se haga en casa y otra lo que se haga en la pista. Lo llevaremos así”, afirma el preparador.
“La relación no tiene nada que ver”, tercia su hijo. “Fuera de la pista es mi padre, pero una vez entramos en el Palau él es el entrenador del Barça y yo un extremo que vengo a entrenar y a hacerlo lo mejor posible. Debutar con el equipo con el que siempre he soñado fue un sueño hecho realidad. Ahora hay que seguir trabajando para seguir mejorando”, dice Àlex Pascual.
Oportunidad a los del filial
Las oportunidades a los chicos del filial han sido otra feliz noticia de un primer tercio de temporada muy bueno del Barça, ya cuatro títulos en el zurrón y líder destacado tanto en la Liga como en el fortísimo grupo de la Champions, consecuencia de un juego veloz y espectacular. “La temporada pasada fue muy dura desde el principio por muchas circunstancias. Tuvimos jugadores con problemas y quedamos fuera de la Champions en octavos. Este año hemos cambiado a cinco jugadores y los que estaban tocados están respondiendo desde el principio. El equipo tiene mucha hambre. Estoy satisfecho, pero no es suficiente”, dice Pascual, siempre ambicioso.
“Es difícil encontrar un año con tantos cambios, pero no es sólo la adaptación de los nuevos, sino que los que ya estaban quedaron decepcionados por lo del año pasado y siguen teniendo un hambre constante. Necesitamos que estemos todos puestos”, apunta el técnico.
LAS FRASES
Xavi Pascual ¿Si Àlex puede tener futuro en el Barça? Ya veremos, nunca se sabe. A los jugadores hay que darles oportunidades y ellos, con su trabajo, se lo ganan o no”
Diez años de proyecto
Xavi cumplirá en febrero 10 años al frente del equipo y el nivel de juego actual lo sitúa alto en este trayecto. “El año que ganamos la última Champions, en 2015, jugamos a un nivel estratosférico y ganamos los siete títulos en juego. Pero no es el mismo balonmano que hacemos ahora. No es ni mejor ni peor, es diferente. Yo disfruto viendo jugar a mi equipo, pero no podemos quedarnos en eso, sino buscar mejorar. Tenemos detalles que mejorar, pero la mejora de una cosa no tiene que empeorar otras, hay que ir con cuidado. La línea de trabajo tiene que ser la que llevamos hasta ahora, pero hay que tener en cuenta que los modelos de juego son organismos vivos”, concluye el entrenador del Barça
Cada uno tiene su trabajo y tanto yo como Àlex intentamos hacerlo lo mejor posible. Sabemos dónde estamos y lo que es jugar en el Barça, para lo bueno y para lo malo”