DE PRESTIGIO
El Barça Lassa logra un triunfo brillante en Milán y consolida su posición en puestos de elite La intensidad de Hanga y el virtuosismo de Heurtel, las grandes virtudes de los azulgrana
El Barça va en serio a la conquista de una de las primeras cuatro posiciones de la Euroliga y su momento de juego hace pensar que tiene opciones a lograrlo. En la pista del Armani Milán lo demostró, llevándose el triunfo (85-90) en una demostración de oficio y convicción. Con ello, los de Pesic dejan atrás a un rival directo como el italiano, que queda a dos victorias y ‘average’ de distancia, y sigue a la caza de los cinco primeros de la tabla.
Mostrando la habitual solidez defensiva, los azulgrana se apoyaron en los puntos de Heurtel (21), Hanga (15) y Seraphin (16) para marcar la diferencia con un oponente que resultó duro y competitivo en la primera mitad pero que claudicó claramente tras el descanso.
Un triple de Ribas y un par de contraataques de Hanga para empezar dieron el mando al Barça que cometió algunos despistes inicialmente en defensa pero los italianos no supieron aprovecharlo. Cinciarini y, sobre todo, Micov fallaban sus primeros intentos de tiro exterior y el primer cuarto finalizaba con 16-17 tras una última fase de muchas faltas.
Parecía que la entrada de Seraphin, en conexión con Heurtel, iba a darle al Barça más y mejores ventajas en ataque. El pívot francés fue protagonista de los primeros minutos del segundo cuarto con acciones de bloqueo y continuación o de uno contra uno que hicieron daño en la zona de los italianos. Kuric complementó algo esa tendencia de ataque con alguna canasta al límite pero no se rompía la igualdad hasta llegar al intermedio con 37-36.
La puesta en escena del Barça en la reanudación fue mejor, con buenas jugadas de Heurtel, que dieron consistencia en ataque. El Barça, que apenas había lanzado un tiro libre hasta entonces por 15 de los locales, supo aprovechar la ventaja del bonus en los minutos finales de este
período. También fue importante ahí la aportación de Hanga en ambos extremos de la cancha y la astucia de Ribas para lograr rentas de entre 4 y 8 puntos.
En el último cuarto, Tomic se convirtió en referente de los ataques pero el croata acabó consumido por las personales y la dureza de un partido en el que los criterios arbitrales resultaron poco comprensibles. Su eliminación fue una baza que quemó el Barça aunque las ventajas se mantuvieron. El Armani siguió al acecho y encontró acierto por parte de Micov en esa recta final. El retorno a pista de Seraphin, unido a las acciones decisivas de Hanga (robos y contraataques) y de Heurtel (suspensiones tras bloqueo y un triple a dos minutos del final) dieron el empujón definitivo para marcharse de 12. Ni el francés ni Ribas ni Seraphin fallaron los últimos tiros libres la victoria acabó del lado vistante de forma justa y merecida