La mejor embajadora del esquí alpino
Cuando un gran deportista se retira siempre se citan sus récords y resultados deportivos, que en el caso de Lindsey Vonn son excelsos, pero es que además la esquiadora norteamericana fue y será una gran embajadora del esquí alpino, la más glamurosa y las más mediática. Sin duda. Debutó en la Copa del Mundo con sólo 16 años y la deja con 34 y un cuerpo castigado por las lesiones que a buen seguro le va a pasar factura en la vida cotidiana. En su currículum sobresalen su oro olímpico, sus dos oros mundialistas, sus 82 victorias en la Copa del Mundo, sus cuatro Globos de Cristal de la general de la Copa del Mundo, sus ocho en la disciplina del descenso o sus cinco en la del súper gigante, no en vano está considerada como la reina de la velocidad. Cuando ya brillaba en la velocidad empezó a decirse que no ganaría en las disciplinas técnicas, pero ella demostró que los expertos se equivocaban y un lejano e histórico 15 de febrero de 2008 ganó su primer slalom en Levi (Finlandia) y no fue el único. No pudo igualar las 86 victorias récord de Ingemar Stenmark en la Copa del Mundo, pero tampoco parecía obsesionada. Buscó nuevos desafíos como competir junto a los hombres, lo que la FIS siempre le impidió. Negativa criticada por otra leyenda que ha dicho adiós como Svindal y, siempre, ya lograra sus objetivos deportivos o no, saludaba con una amable sonrisa, lo que es de agradecer