Un cierto tufo a corrupción

Hace algo más de un año (ver MD del 14/2/18) recordé en esta columna unas palabras de

Samitier, que me dijo: “Desconfía de los árbitros en su último año. Siempre verás cosas raras”. Esa cita vino a cuento por las ‘cosas raras' detectadas en Fernández

Borbalán, en sus 13 primeros partidos de su última temporada. Sucede ahora lo mismo con Iglesias Villanueva, que se jubila el junio próximo y arrastra un historial escandaloso: 20 partidos arbitrados al Real, 18 victorias y dos empates. El designador arbitral sabía lo que hacía cuando le envió a Orriols.

Desde que ‘Flo' se quejó ante

Rubiales hemos visto regalos por doquier al Real como una falta fuera del área convertida en penalti (Giménez a Vinicius), un gol anulado a Morata por fuera de juego inexistente, un penalti de Carvajal a Morales ni revisado y una carambola a tres bandas: cargarse el VAR, cambiar el resultado y manipular el clásico del sábado, al salvar de la quita amarilla a

Casemiro. El cóctel de la manada de Velasco Carballo está a la altura de la del malhadado José Plaza, cuando en plena dictadura manipulaba todo a favor del de siempre. Como ahora.

Pero hay un detalle: el VAR anula los errores humanos. Sin duda, Iglesias sabía que si lo consultaba no podría señalar penalti y tendría que tarjetear a

Casemiro. Resulta imprescindible, pues, saber qué dijo Latre a Iglesias desde el VAR. Si no le avisó para repasar ‘lo' de Casemiro, Latre fue colaborador necesario. Si le avisó, pero Iglesias no le hizo caso, posiblemente estemos ante un problema más grave de supuesta corrupción. ¿Cuántas ‘cosas raras' esperan hoy y el sábado al Barça?