Las imágenes de la hecatombe
Con la derrota del Madrid, dos escenas se convirtieron en alegóricas de la debacle
Después de la contundente eliminación del Real Madrid, dos imágenes adquirieron un valor simbólico y televisivo muy destacable. Tanto en ‘Noche de Champions’ como en ‘El Chiringuito’ pusieron una de relieve. Era la escena de Sergio Ramos en la grada con su familia mientras unas cámaras de televisión grababan el documental que ha acordado con Amazon. La superficialidad de la escena, la frivolidad que adquiría ese acto de egocentrismo, mientras su equipo era barrido por el Ajax, adquiría una potencia visual tremenda. Tanto Susana Guasch como Josep Pedrerol coincidieron en el comentario sarcástico: “¡El documental le va a quedar muy bonito!”. Sin duda, sumado a que el propio Ramos se había borrado del partido, convertía esa escena en más dolorosa para los madridistas.
La otra imagen se produjo durante la entrevista de Ricardo Sierra a Carvajal. Mientras el periodista le entrevistaba veíamos al fondo a Solari, un poco desenfocado. Estaba pendiente de la conversación desde la lejanía. Esperaba a que el jugador entrara en el túnel de vestuarios para animarle. Pero ese plano del jugador afirmando que “Sabemos que llevamos una temporada de mierda” con el técnico desdibujado al fondo con actitud expectante se convertía en la imagen alegórica de la noche. Casi era una premonición de las cábalas que hacían después las tertulias nocturnas sobre un posible relevo del técnico.
Dos circunstancias también marcaron el desarrollo de la noche: los programas que empezaban a señalar a Florentino como responsable (Estudio Estadio) de los que evitaban el tema (El Chiringuito). La tónica se mantuvo al día siguiente. En Jugones solo ponían dos breves planos de Florentino: uno subiendo unas escaleras donde comentaban que estaba reunido para analizar las claves de la derrota y otro en que aparecía sujetando la copa de la Champions junto a Zidane. Pedrerol también le mencionaba en su editorial, pero no como responsable sino todo lo contrario: como solucionador. “¡Es el turno de Florentino!” exclamaba el presentador. Sin duda. El turno en que los demás programas empezaban a señalar al presidente como otro de los culpables