Antes de JC y después de JC
Johan Cruyff, en 1988, empezó a diseñar un Barça que pudiese aspirar cada año a todos los títulos y marcó a fuego una exigencia permanente: llegar vivos a marzo en todas las competiciones. Y así está hoy el Barça. Vivo
Cuando Johan Cruyff, en mayo de 1988, firmó como entrenador del primer equipo, en el Camp Nou había más cemento que pasión, la plantilla estaba enfrentada con el presidente y la trayectoria del equipo era errática. Tanto, pongamos por caso, como la del Madrid de esta temporada, pero la del Barcelona, crónica. Lo habitual era perder todos los títulos antes de la primera.
Cruyff, en su primera rueda de prensa, ya fue implacable en sus planteamientos. Exigió respeto al presidente y al escudo, marcándose un objetivo inmediato (“volver a llenar el Camp Nou a base de juego y resultados”) y otro a medio y largo plazo.Johan entendía ya entonces que la grandeza del club le obligaba a luchar por todos los títulos en dispute, y señaló el camino a seguir con una frase muy parecida a esta: “Eso sólo se puede alcanzar si en marzo estamos vivos en todas las competiciones. Y hay que estarlo”.
Estamos en marzo. Han pasado 31 años y aquella ambición es una realidad prácticamentecada temporada. Hoy el Barça es líder de la Liga, finalista de Copa y está clasificado para los cuartos de final de la Champions. Viaja en dirección a su tercer triplete que, desde luego, ni está garantizado ni será fácil repetirlo, pero ahí está. Como Cruyff soñó que podía ser (casi) siempre.
Y es que, se mire como se mire,
la historia del Barça, como la historia misma, se mide antes de JC y después de JC. El FC Barcelona, antes de que Cruyff dejará su huella en el banquillo y sin contar los campeonatos regionales, había ganado 41 títulos en 89 años. Después de que Johan implantara su filosofía, acumula 51 títulos en 31 años.
Esta abrumadora estadística, entre otras muchas cosas,explica por qué el Barça lleva 30 partidos seguidos de Champions sin perder en casa, por qué es el único cuarto finalista invicto y también por qué sólo este club ha logrado meterse en los cuartos de final de las 12 últimas ediciones de la máxima competición.
Y del mismo modo, podríamos hablar de las siete Ligas ganadas de las últimas diez disputadas o de las cinco finales de Copa consecutivas, con cuatro levantadas y la próxima por jugar ante el Valencia. Los datos del cambio son espatarrantes. Y hay más, como el vuelco que le ha dado el Barça al balance de partidos contra el Madrid o la imponente frecuencia con la que la escuadra blaugrana triunfa en el Bermabéu: 11 victorias en las últimas 18 visitas. Las inmediatamente anteriores, han servido para dejar en blanco al Madrid en Copa y en Liga. Todo antes de llegar la primavera.
Y, así, en pleno invierno y con sólo la Champions (indudablemente su gran competición) como posibilidad, llegó el Ajax al Bernabéu después de haber perdido (1-2) en el Johan Cruyff Arena de Amsterdam. Ningún problema. El Ajax, de irrenunciable filosofía Cruyff, pulverizó al multicampeón con un estruendoso 1-4. Overmars, De Jong, De Ligt y compañía volvieron a casa más felices que nunca porque sentían que “Cruyff estaría orgulloso de nosotros”