“Me llaman Chucky desde niño porque era malo como el muñeco”
Los refuerzos llegados al Espanyol en el mercado invernal están empezando a dar sus frutos e ilusionando a la parroquia perica. Wu Lei se ha convertido en la gran sensación y otro que quiere dar guerra y que ya se estrenó como goleador es Chucky Ferreyra.
Pese a su curioso apodo, el delantero no quiere dar miedo y sí muchas tardes de gloria a su nuevo club, donde se siente feliz pese a la falta de minutos, por ahora. El argentino explicó que su apodo “no creo que sea porque dé miedo. Cuando tenía tres o cuatro años decían que era malo como el muñeco. Sólo mi madre y mi abuela me llaman Facundo, los demás, Chucky”.
Ferreyra no lamenta que esté teniendo poca continuidad, ya que el rendimiento y la sombra de Borja Iglesias es alargada. “Sabía que Borja lo estaba haciendo muy bien. Pero el Espanyol ya estaba interesado en que viniese en el mercado anterior y cuando un club insiste tanto para que vengas, es por algo y no me arrepiento de haber venido”, insistió.
Confesó sentirse “contento en el Espanyol pues he venido a un gran club. Llegué para sumar y sabiendo de las circunstancias. Estoy feliz y tratando de aportar lo mejor. Si me toca jugar así, jugaré y si me toca esperar otro oportunidad, esperaré. Siempre trataré de dar lo máximo”.
Desde su llegada se ha cuestionado si podría jugar junto al ‘Panda’, pese a tener características similares como ‘9’. “No tengo problema en jugar con otro delantero, aunque el míster tendría que cambiar el sistema. Pero eso no lo decimos nosotros. Si me toca jugar o esperar lo acepto”.
No se fía del Sevilla, pese a que llega a Cornellà-El Prat hundido por su KO europeo. “Estamos focalizados en nuestro juego. Si le damos una buena intensidad, seguramente nos va a ir bien”.
Por otra parte, el club confirmó ayer que Óscar Duarte sufre un edema óseo en la articulación de Lisfranc del pie izquierdo y se mantiene como baja