Mundo Deportivo (Barcelona)

Por qué se fichó a Coutinho

La apuesta por el brasileño llegó después de que el primer objetivo, Isco, abandonara su idea de dejar el Madrid a raíz de la final de Cardiff

- Lluis Canut

En el verano del 2017 el Barça se planteó la necesidad de fichar al recambio de Andrés Iniesta, que había cumplido 33 años. Pese a que se estaba negociando con el de Fuentealbi­lla un contrato de por vida, desde la dirección técnica se considerab­a que su ciclo como futbolista de élite se estaba acabando y había que buscar un relevo de garantías. El primer objetivo de Robert Fernández, secretario técnico, fue vestir de blaugrana al madridista Isco, con contrato hasta 2018 y una cláusula de 80 millones de euros.

El de Arroyo de la Miel alternaba entre el banquillo y actuacione­s estelares, que tenían encandilad­a a la hinchada del Bernabéu y en la selección se había convertido en un fijo para Julen Lopetegui. Su exhibición contra Italia lo erigió en el centrocamp­ista de moda del futbol español.

Pero Isco quería sentirse importante, por ello no dudó en autoritzar a su padre y a la vez representa­nte, Paco, para dejarse querer por el Barça. No en vano de joven era un ‘culé’ declarado, que bautizó a su perro con el nombre de Messi. Los contactos fueron avanzando, hasta que en la final de la Champions de Cardiff contra la Juventus, Zinedine Zidane alineó a Isco como titular, en detrimento de Bale, que jugaba en casa, y se convirtió en figura clave para conquistar la decimosegu­nda Copa de Europa blanca. Tras este subidón de autoestima y ante la posibilida­d de ser víctima de un ‘bulling’ descarnado por parte de la prensa adicta si no renovaba con el Madrid, Isco acabó cediendo a la presión y se comprometi­ó con el Real hasta junio del 2022, con una cláusula de 700 millones de euros.

A continuaci­ón el Barça dirigió sus ojos hacia la Premier, donde el brasileño Philippe Coutinho había completado una gran temporada con el Liverpool. Los ‘reds’ se negaron rotundamen­te a escuchar cualquier propuesta que llegase del Camp Nou, a pesar de que el brasileño amenazó con acogerse al ‘transfer request’, en que el futbolista solicitó formalment­e ser traspasado. Los ingleses no se sometieron a la presión y John Henry, propietari­o del club y de otras franquicia­s en EEUU, mantuvo su negativa. Pero el 31 de agosto, fecha del cierre de la ventana del mercado de verano, desde Anfield se descolgaro­n pidiendo 200 millones por la venta de su estrella, propuesta que fue rechazada rotundamen­te por el Barça, donde ruedan cabezas en la dirección deportiva. Primero la de Albert Soler, desplazado a las secciones, a continuaci­ón la de Raül Sanllehí, que se marcha al Arsenal, y a final de temporada, la de Robert.

Insistenci­a de Robert

Sin embargo, el propio Robert no lanzó la toalla y continuó insistiend­o, hasta que en el mercado de invierno se accedió al traspaso más caro de la historia del Barça, que acabó llevándose a Coutinho al Camp Nou por 120 millones de euros fijos, más 40 en variables. Pero a las primeras de cambio, se vio que Valverde utilizaba más al brasileño para jugar en el delantera que en el centro del campo, para ocupar el vacío que había dejado la lesión de Ousmane Dembélé. Con ello el ‘Txingurri’ logró que en el repliegue defensivo se pasara del 4-3-3 al 4-4-2, con ‘Cou’ como cuarto centrocamp­ista. La formula funcionó y el Barça conquistó el doblete y, entre Liga y Copa, Philippe suma 22 partidos, con 10 goles y siete asistencia­s. Todo hace indicar que, superado el periodo de adaptación, esta será su gran temporada. Y más cuando la conducta irregular de Dembélé fuera del campo condenaba al francés.

Con la llegada de dos nuevos medios (Arthur y Arturo Vidal), Valverde insiste en que Coutinho juegue avanzado para que el equipo no se parta en dos. Se le acusa de no tener el suficiente sacrificio defensivo en la fase de recuperaci­ón, como si Iniesta destacase tanto en esta faceta. Para colmo, con la ausencia de Messi por la lesión en un brazo, el brasileño no acaba de dar el paso al frente que se le exige.

Quien si es capaz de revertir su situación es Dembélé, que encadena una serie de actuacione­s muy convincent­es y el ex del Liverpool se ve relegado de manera continuada a la suplencia. Futbolista de moral frágil que necesita sentirse importante,

Robert pensó en ‘Cou’ como perfil ideal para llenar el hueco que iba a dejar Iniesta

Pero Valverde no lo ha visto en ese papel y tampoco el jugador replica con su fútbol

no asimila bien la situación y cada vez salta más cohibido al campo. Además, en ataque se come los espacios con Messi en la frontal del área. El domingo en el Villamarín, cuando se apostó por jugar con el 4-4-2, quedó más que claro que no se cuenta con su presencia para jugar como centrocamp­ista. Sin poder jugar en su posición favorita, Coutinho se encuentra en un túnel sin salida y el Barça con un grave problema, que no sabe en que posición poner al futbolista más caro de su historia

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FOTO: P. MORATA Coutinho, en suspensión Ha ido perdiendo protagonis­mo y, al no sentirse importante, en vez de rebelarse con fútbol se ha cohibido

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