A la caza de Monchi
La nueva cortina de humo para tapar chapuzas arbitrales es cargar contra el crítico
Todos a por Monchi. Ayer, en Cuatro, el rótulo en pantalla estaba claro: “Monchi se equivoca… ¡dos veces!”. Las declaraciones indignadas del director deportivo del Sevilla cargando contra las decisiones arbitrales y la aplicación del VAR se repetían con zooms. En laSexta también cerraban mucho el plano sobre su rostro al mostrar sus declaraciones. En dos días, Monchi se ha convertido en el antagonista principal del relato mediático, el malo de la película. El domingo, en Cuatro, mientras emitían las declaraciones de Zidane en rueda de prensa dando su punto de vista sobre las jugadas polémicas, partían la pantalla e incluían el plano de Monchi de manera simultánea para reforzar la idea del bueno y el malo. Las palabras de Monchi se valoraban con escándalo y se consideraban impropias de un director deportivo, como si fueran algo desproporcionado y muy ofensivo. Cuando el lunes, por segunda vez, Iturralde González insistía, como especialista, en asegurar que el gol del Sevilla estaba bien anulado, Manu Carreño recogía su valoración dándole la razón. Sea cual sea la jugada polémica, el relato mediático siempre es el mismo. Cada vez que el Real Madrid siente que el VAR le perjudica, en Deportes Cuatro y en Jugones suena la misma canción: indignación de los presentadores porque el VAR funciona mal, que si no quedan claros los criterios a la hora de aplicarlo, que si la gestión es dudosa y poco fiable, que si no se usa correctamente, que si no lo aplican bien… Y no olvidemos la etapa de un Manu Carreño enfurecido obsesionado buscando manos negras que beneficiaban al Barça y perjudicaban al Madrid. Los lloros duran días y días, se repite la jugada hasta la saciedad y sale todo el mundo rajando del VAR lo que no está escrito sin que se considere una falta de respeto. Cuando es el Madrid el que se ve beneficiado por el VAR, ningún presentador aparece enfadado con el estamento arbitral ni el uso del VAR. No hay quejas ni existe el drama mediático. Es más, en esta ocasión se organiza una cortina de humo cargando contra Monchi magnificando su enfado como si hubiese dicho algo tremendo. Cargan contra el que se atreve a señalar con firmeza una decisión más que dudosa y un personaje con prestigio dentro del fútbol lo convierten en el demonio
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