La leyenda del elegido
N El quarterback de los 49ers pasó en horaas de ser el eterno suplente a coonvertirse en el jugador mejjor pagado de la NFL n En San Francisco están convencidos que es el hombre que les devolverá el anillo, el heredero de Joe Montana
n Durante un tiemppo Jimmy Garoppolo fue el ‘hype’ por antonomasia del deporte ammericano. Para quien no esté familiiarizado con la terminología, un ‘hyype’ es un fenómeno mediático artiificialmente sobredimensionado, unn globo hinchado, mucho arroz paraa tan poco pollo. La noche de Halloweeeen de 2017, en cuestión de horas paasó de ser un suplente que había dispputado sólo dos partidos como titular en tres años a convertirse en el juggador mejor pagado de la NFL, con un contrato de 137,5 millones de $ poor cinco años.
La operación era másm que arriesgada y podía haber saalido rematadamente mal, especiallmente cuando al año siguiente se rompiór el ligamento cruzado de laa rodilla y pasó casi toda la temporaada en blanco. Sin embargo, este chhico de 28 años, 1.88 m. y 102 kg. de peeso disputará el domingola54ªSuperrBowlalmando de los San Franciscoo 49ers, un equipo que llevaba cinco años sin meterse en el playoff.
No, Jimmy G no es un jugador cualquiera. El destiino parece haberse encaprichado con él y hace que a su alrededor toodo gire más deprisa, que genere enoormes expectativas de las que él nno parece consciente. Siempre ha siido así para este italoamericano de unu suburbio de Chicago. Tampoco ese un quarterback nato. Nunca tuuvo vocación de líder y en el colegioo prefería jugar como linebacker o comoc runningback, propinar y enccajar golpes, bajar al lodo. Fue el enntrenador de la escuela secundaria ded Rolling Meadows quien decidió que ocupara el puesto clave del ataqque después de verle lanzar el balón porp puro placer en un entrenamientoo.
Ignorado en la univversidad
Ningún ‘scouter’ universitariou le prestó atención y, sinn beca, fue a parar a un ‘college’ de perfilp bajo, Eastern Illinois. Durrante tres años siguió pasandoo desapercibido hasta que enn su campaña final battió todos los récordss de yardaje y toucchdowns de Tony Romo, que haabía salido de la miisma universidad y que entonces estaba consolidado como quarterback titular de Dallas Cowboys. En sus últimos partidos 31 de los 32 equipos de la NFL enviaron técnicos para verle en acción y tomar notas. Casi todos apuntaron lo mismo: “Sus manos son demasiado pequeñas y lanza demasiado deprisa”. El ‘scouter’ de los Patriots difirió del resto y su impresión fue muy positiva.
Jimmy G tampoco fue un suplente cualquiera. Elegido en segunda ronda del draft de 2014 (nº 62) por New England, su ídolo Tom Brady, al que imitaba desde el ‘high school’ tratando de copiar sus movimientos y mecánica de lanzamiento, acabaría por convertirse en su compañero y en la barrera que le separaba de la titularidad pero también en su mentor, su referente y su espejo. Absorbió muchas de las virtudes del GOAT: su tremendo nivel de exigencia, el conocimiento enciclopédico de sus compañeros y de las defensas oponentes, su inagotable capacidad de trabajo. Establecieron vínculos: comparten agente (Don Yee) y un grupo de whatsapp en el que también está el tercer quarterback de los Pats, Jacoby Brissett, hoy titular en Indianapolis Colts.
Aestas alturas en la NFLtodos sabían que Garoppolo tenía madera, pero nadie esperaba que Brady estirara su carrera hasta más allá de los 40 años y taponara sistemáticamente su futuro. Cuando, ya en su tercer año en la franquicia, el GOAT fue suspendido cuatro partidos por el famoso ‘deflategate’, Jimmy tomó las riendas con eficacia y corroboró la sensación generalizada de que tenía carácter para ser titular en cualquier sitio salvo en New England. Pocos meses antes de convertirse en agente libre, el ‘coach’ Bill Belichick le liberó de su eterna suplencia a cambio de picks de draft. Su destino, San Francisco.
Los Niners le cubrieron de oro y durante cinco semanas fue el jugador con el contrato más jugoso de la NFL. Se desató la Jimmymania en la bahía, los aficionados estaban seguros de que la franquicia por fin había hallado al sucesor de Montana y Young, el dúo de quarterbacks que condujo a San Francisco a ganar cinco anillos en 13 años a caballo de los 80 y los 90. En su primera visita al Levi’s Stadium de Santa Clara, Jimmy se encontró en la fachada con un gigantesco retrato del cuatro veces campeón ‘Joe Cool’ con la leyenda ‘faithful then’ (fieles entonces); pocos metros más allá había otro con su propia imagen y la leyenda ‘faithful now’ (fieles ahora).
El ojo clínico del ‘coach’ Shanahan
Kyle Shanahan había llegado a los 49ers pocos meses antes en su estreno como ‘head coach’ tras haber brillado como coordinador ofensivo en Atlanta. Una de sus primeras decisiones fue conseguir un quarterback que pudiera ser un referente tanto para sus compañeros como para la afición. Tenía muy claro que Garoppolo tenía el carisma que buscaba y en cuanto se presentó la ocasión, convenció a la franquicia para no reparar en gastos. Su debut fue inmejorable: cinco victorias seguidas y la ilusión bajando a raudales por las empinadas calles de Frisco. Luego llegó la lesión y otra temporada perdida.
Entre derrota y derrota y con Jimmy restableciéndose, Shanahan iba acumulando piezas para completar un puzzle ganador. La última, la incorporación vía draft de Nick Bosa, un defensor agresivo y desequilibrante. Cuando llegó el pasado septiembre, los Niners volvían a tener una plantilla equilibrada, profunda y competitiva para celebrar el regreso de Garoppolo.
Jimmy Gtiene dos anillos de campeón que no considera suyos porque era Brady quien los ganaba. Continúa rechazando sistemáticamente entrevistas, pasa casi de puntillas en redes sociales y se quita de encima a las revistas que le persiguen para que acepte sesiones de fotos. Es muy bien parecido pero, pese al acoso constante, es muy celoso de su vida privada. Su único desliz fue una cena en Beverly Hills con una actriz porno, Kiara Mia, inmortalizada por los ‘paparazzi’ y de la que él tampoco ha soltado prenda
Durante tres años fue el reserva de Brady y éste se convirtió en su mentor y su referente
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