Messi, de año en año
Leo, aunque acaba en 2021 puede irse libre en 30 de junio, tiene decidido quedarse. Bartomeu le ofrece una renovación por tiempo indefinido. Él la firmará si cada temporada, como Iniesta, tiene la potestad de decidir
Alo tonto a lo bobo, estamos a las puertas de febrero y Leo Messi puede decidir en junio si agota el contrato que le vincula con el Barça hasta 2021 o si, por el contrario, extingue la relación. Algo que congoja escribir, acongoja leer y acojona imaginar. Conviene decir, acto seguido, que suponemos la existencia de un plazo anterior en el que Leo, por omisión, ampliaría automáticamente el compromiso hasta 2021.Entendemos, extraoficialmente, que ese plazo se cumple en marzo pero, sinceramente, no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que a día de hoy Messi quiere seguir. Vamos, que aunque aplicando la literalidad del contrato esta podría se la última temporada de Leo, no lo será.
El capitán lo ha dicho muchas veces públicamente. Casi tantas como Bartomeu ha manifestado la intención de ofrecerle una nueva renovación para ampliar el acuerdo “por varios años”. Justo la misma expresión que utilizó para anticiparle sus intenciones a Jorge Messi. Un escenario que en enero Leo contempla con los ojos con los que lo veía Iniesta.
Messi, para entendernos, aún agradeciendo el contrato indefinido que le beneficiaría económicamente y que el presidente está dispuesto a ofrecerle, sólo admitirá prolongar año a año su status actual. Es decir, renovar uno más, más uno indefinidamente pero reservándose la opción de cancelar unilateralmente cada 30 de junio.
Leo, que en junio cumplirá 33 años y como hizo Andrés en su día, no quiere engañar a nadie y menos a él. No se arrastrará con la camiseta del Barça. Valorará año a año su estado físico y anímico. En función de su íntima respuesta, decidirá. Si lo ofrecen eso, fiarse de sus sensaciones, esto acabará como un gol en la voz del maestro Puyal: “I Messi, i més i més i, i més...”. En castellano, uno, más uno, más uno.... Y todos contentos. Indefinido
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