Tan malos no son

as dudas demostradas por la dirección deportiva del Barça en el relevo de Valverde y en los fichajes frustrados en este mercado de invierno dejan una sensación de desconcierto. Es una pena porque si examinamos la labor de Abidal y Planes en las dos temporadas que llevan no es tan desastrosa. El Barça, por fin, sabe vender. En las temporada 18-19 y 19-20 ha ingresado 292 millones y ha gastado 384 millones en compras. La diferencia arroja una inversión neta de 91,2 millones, que dividida en 2 temporadas son 45 millones por año. Es una inversión modesta si tenemos en cuenta la brutal inflación del mercado. Y los fichajes realizados han salido bien, a excepción de Malcom, que incluso dejó 9 millones de beneficio ya que fue comprado por 40 millones al Girondins, estuvo un año (8 millones amortizados) y vendido al Zenit por 41 millones . El resto de fichajes son titulares: Griezmann, De Jong, Lenglet, Arthur y Arturo Vidal. O suplentes con potencial como Junior y Neto. Las máculas son las cesiones de Murillo y Boateng que, aunque solo costaron 2,2 millones, no dieron rendimiento. Y sobre todo no haber fichado un sustituto a un Luis Suárez renqueaste con la rodilla. Aunque se fichó a Griezmann sabiendo que podía sustituirle tener solo cuatro delanteros es muy arriesgado. Con la cantera hay mucha demagogia. El Barça es el club TOP con más canteranos en sus convocatorias y el único que está confiando en un chaval de 17 años. En estos dos años subieron: Aleñá, Wague, Ansu y Carles Pérez, que ha sido traspasado a la Roma pero sustituido por Collado, otro canterano, a quien el míster le ve más proyección. Hay que saber explicarlo

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