La pregunta es: ¿basta con la brillantez táctica para batir a Kansas City? Los analistas no se ponen de acuerdo respecto a qué equipo es favorito aunque dan ligera ventaja a los Chiefs. Reid no es tan brillante como Shanahan y seguramente su plantilla está menos compensada que la de San Francisco, pero hay un factor en el que salen ganando de largo: la magia y el talento puro.
Un jugador único
Mahomes es, literalmente, capaz de cualquier cosa. Su brazo es poderosísimo pero también extraordinariamente versátil, y tiene piernas más que suficientes para ganar tiempo y espacio cuando la situación lo requiere. Y cuenta con el apoyo de dos ‘playmakers’ de primer orden, el receiver Tyreek Hill y el tight end Travis Kelce, dos hombres absolutamente desequilibrantes. La gran incógnita no reside tanto en el poderío ofensivo de Kansas City como en si su defensa será capaz de detener el martillo pilón que es el juego terrestre de San Francisco. Y otro lunar que los Chiefs no pueden permitirse en una final: suelen salir al ralentí y les cuesta meterse en los partidos.
La batalla de las propietarias
Por primera vez en la historia la Super Bowl opondrá a dos franquicias con copropietarias femeninas. Norma Hunt (Chiefs), viuda del que fue amo y señor del club fallecido en 2006, ha estado presente en las 53 finales anteriores y hoy regenta como matriarca familiar el destino de Kansas City. Al otro lado estará Denise DeBartolo York, heredera de un imperio que cuenta entre sus propiedades los 49ers, aunque ha cedido las riendas del control a su hijo Jed.
Más allá del pulso deportivo, la Super Bowl volverá a ser, sobre todo, un gran espectáculo tanto en el halftime show, con el marcado acento latino de Shakira y J-Lo cortesía de la NFL con la ciudad de Miami, como en sus desmesuras comerciales, con anuncios carísimos y audiencias televisivas millonarias.
La actuación durante el descanso es un reflejo fiel de los números que mueve este partido de partidos: sólo dura 13 minutos pero su presupuesto es de 13 millones de dólares, a ‘kilo’ por minuto, y además de las dos divas latinas estará salpicada de artistas invitados.
Este año también serán inevitables los homenajes al desaparecido Kobe Bryant, cuya muerte en un accidente de helicóptero junto a su hija ha sacudido hasta los cimientos al deporte profesional estadounidense, un drama al que no es en absoluto ajena la NFL
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