La ‘Operación Ansu Fati’
Los aficionados más jóvenes están acostumbrados a ver Messi y a ver el fútbol a todo color. Pero aquellos aficionados que ya están más entrados en edad vivieron una época en blanco y negro en la que no sólo no había títulos que celebrar, tampoco había referencias muy claras de lo que realmente había pasado en las primeras décadas del Siglo XX.
Para que nos hagamos una idea... el año de la llegada de Cruyff... Las imágenes son mayormente en blanco y negro, y en color hay un material de pésima calidad. Recordando aquella época en la que no había apenas imágenes tengo grabada una película de CocaCola sobre el Mundial de 1970, el de Pelé, que sí tenía calidad. Aquel Mundial de México, el tiro del ‘10' desde medio campo contra Checoslovaquia que no fue gol por puro milagro, las eliminatorias contra Inglaterra, Rumanía, Perú, las semifinales con Uruguay y la tremenda final ante Italia. Jairzinho, Gerson, Tostao, Pelé y Rivelino...
El jovencísimo Ansu me recuerda a Pelé. No digo que vaya a ser Pelé -ojalá así sea-, simplemente apunto que sus formas me hacen pensar en la estrella del Santos. Ansu no es brasileño, proviene de esa escuela africana y La Masia que tantos buenos jugadores ha generado. Me encanta verle encarar al rival con el cuerpo inclinado al más estilo Pelé, cómo pisa el balón, cómo disfruta, la tijera del otro día, similar a la que Pelé hace en la película Evasión o Victoria. Cuando Ansu gane musculatura y algo de edad y en experiencia será imparable...
Ansu ha sido, además de Abidal, la noticia de la semana. Desde su buen partido ante el Levante ha recibido elogios por aquí y elogios por allá... En la retransmisión del encuentro del pasado fin de semana los comentaristas pasaron del globo demasiado hinchado a hablar del doblete más joven del fútbol español.
Ocurrió algo al término del partido que no he conseguido aclarar. No sé si el jugador no quería hablar por televisión y le tuvieron que convencer o, lo dudo, fue él quien quiso hablar ante las cámaras. Ansu es demasiado joven para hablar ante los medios después de un partido. Quien le autorizó no hizo bien su trabajo.
Hay que proteger a este jugador, y la forma de hacerlo es haciéndole salir al campo, pero manteniéndolo alejado del ruido y de las cámaras. Messi estuvo bien aconsejado y aún hoy son pocas las ocasiones en las que el astro argentino habla después de los partidos. Messi ha aprendido que cuando se hacen declaraciones es para decir algo que realmente interese, no trivialidades, como ha ocurrido esta semana.
El joven Ansu debería contar con un programa -quizá ya se lo han diseñado- que le acompañe en los próximos años para conseguir materializar lo que su ilusión y sus habilidades dejan entrever en estos momentos. Necesita que desde el vestuario y desde la directiva se le forme con programas deportivos, psicológicos y de comunicación específicos deberían formar al jugador hasta que realmente pueda volar sólo.
Bojan Krkic, un crack, que no tuvo ese acompañamiento, sucumbió ante la presión, hasta el punto, que renunció a una Eurocopa con la selección española absoluta. Y como Bojan, muchos otros jóvenes. El último caso ha sido Carles Pérez.
Ansu es un jugador excepcional. Es ya patrimonio del club y su carrera debería diseñarse de acuerdo con él, su familia y expertos cualificados en diferentes especialidades. La construcción de la leyenda no sólo empieza en el terreno de juego. De eso ya se encargará el jugador y sus compañeros, es fuera del terreno de juego donde se le ha de ayudar. Su comparecencia ante las cámaras, después del partido del Levante es elocuente. La carrera de Ansu tiene que transcurrir por el camino de la lógica, el sentido común, la cautela y la ilusión. Unas condiciones que están lejos de los focos y de los aduladores
Me recuerda a Pelé y hay que protegerle estando alejado del ruido y de las cámaras
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