La victoria más abultada en una final

La de ayer fue la final de Copa más desigual de la historia. Los 27 puntos de diferencia que reflejó el marcador (68-95) son el margen más grande registrado en una final, superando los 19 por los que derrotó el Barça al propio Madrid en la final de 2010 (80-61). No fue el único récord establecido ayer por el equipo blanco, que también se va de Málaga como el equipo que más triples ha metido en un partido de Copa (17). La anterior mejor marca también estaba en poder del equipo blanco, con 16 desde las semifinales de 2015

Hsificar a Tavares tras su primera falta sin consecuencias.

El colmo de la calamidad de Unicaja fueron las molestias que volvió a sufrir Jaime Fernández, que le llevaron al banco mediado el segundo cuarto. Darío Brizuela se empeñó en que esto no acabara aquí y entró en acción en una de esas rachas en las que parece imparable. Con ello el Unicaja se vino arriba coincidiendo con el relevo del perímetro del Madrid. Errores en ataque de Llull y Causeur fueron aprovechados por la Mamba Vasca para protagonizar un parcial de 12-0 que metió a su equipo en el partido (26-35 min. 18) y despertó los gritos de ‘sí se puede’ en el Carpena. Triples de Taylor y Campazzo antes del descanso rescataron al Madrid (28-43).

Unicaja acumulaba una serie de 1 de 12 en triples y eso estuvo lejos de mejorar en la reanudación. Es más, una serie de anotación de Deck, Carroll, Campazzo y Tavares elevó las diferencias hasta una máxima de 22 (32-54 min. 25) sin que los anfitriones encontraran argumentos de respuesta. Carroll hizo méritos para salir MVP con un par de triples más y la renta se elevó hasta los 28 (40-68) a poco de acabar el tercer cuarto.

En último cuarto, con diferencias por encima de los 30, transcurrió entre celebraciones del Madrid y el sonido de la charanga local, que no perdió el humor

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