Raúl De Tomás, el nuevo mesías perico
N En el campo y fuera de él corresponde a la confianza depositada en él
n“Yo sí creo”, escribió De Tomás en Instagram horas después del empate del Espanyol ante el Atlético tras el que el cuadro perico finalizó la jornada 26 5 puntos por debajo de la zona de salvación. Un mensaje simple. Tres palabras. Pero toneladas de significado.
El delantero llegado en invierno como el fichaje más caro de la historia del club (20 millones) es el principal clavo ardiendo al que se agarra el espanyolismo para continuar confiando en la permanencia. Porque claro está que la unión hace la fuerza y que todos y cada uno de los miembros de la plantilla y el cuerpo técnico son importantes, pero también que ‘RDT’ es un factor diferencial. Buena muestra de ello es el bagaje que acumula desde su aterrizaje en Cornellà-El Prat. 5 goles y medio en 6 partidos oficiales. Los 5 por los que el Espanyol ya ha tenido que abonar (con mucho gusto) al Benfica los 500.000 euro contemplados como variables en su traspaso si alcanzaba esa cifra de tantos, y el medio al propiciar que Savic marcase en propia puerta el pasado domingo.
Sobre el verde De Tomás lo condiciona todo para bien del Espanyol. Porque no solo golea, sino que se muestra participativo y voluntarioso en todo momento, siendo todo un incordio para el rival en cualquier acción. Y además, cuando el balón deja de rodar, continúa aportando intangibles de los que suman, como sus mensajes optimistas ante la prensa o los que deja en sus redes sociales alentando al resto a seguir luchando y confiando en la salvación. Esto es cosa de todos, afición incluida, pero siempre hay un mesías que da un paso al frente. Lo hicieron antes Gerard Moreno y Borja Iglesias y lo hace ahora un De Tomás que si ha venido al Espanyol no ha sido para descender a Segunda.
Cabrera y Embarba, fijos
Por otra parte, y dejando a un lado a Oier Olazabal, que no está entrando en los planes de Abelardo por lesión, el resto de fichajes de invierno también están resultando fundamentales en la mejoría del Espanyol. Tanto Cabrera como Embarba, al igual que De Tomás, se han adaptado a las mil maravillas, convirtiéndose en fijos en el ‘once’ tipo. Todos ellos, junto al resto de la plantilla y cuerpo técnico tienen un mismo cometido: evitar el descenso
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