El Mallorca agita la zona baja en Ipurúa
N Los de Vicente Moreno se estrenaron a domicilio
n Victoria del Mallorca ante el Eibar en Ipurúa con la que pone fin, o más bien principio visto de otra forma, a su mal registro fuera de casa. Y es que los de Vicente Moreno, con este 1-2, consiguieron ganar por primera vez lejos de las islas en esta Liga y suman así tres puntos que les dan aire en su pelea por la permanencia. Una pelea en la que meten de lleno otra vez a los vascos que tienen un partido menos. El ambiente matinal en Eibar, fresco y lluvioso, anunciaba un inicio de partido algo perezoso. Dos equipos de la zona baja, que huyen de los riesgos cada vez más rápido y que priorizan, como Maquiavelo, el fin antes que los medios, se daban cita con muchas urgencias y poco margen para el error.
Con esos mimbres, el partido comenzó de manera intensa, con ocasiones claras por parte de los dos equipos pero sin verse afectado el marcador. Hasta que en una falta lateral provocada por Take Kubo, muy activo durante toda la primera parte, Dani Rodríguez hizo el primero (42’) para el Mallorca. Fue uno de esos goles que se ven con tanta asiduidad en los duelos igualados. Un centro que se va cerrando de manera perversa y se introduce en la portería sin que nadie ni siquiera lo remate.
El Mallorca supo defender
Ya en la segunda mitad, y con el resultado a favor, el Mallorca se agarró a su defensa mientras el Eibar buscaba empatar el partido. Y mientras los de Mendilíbar se
EIBAR
MALLORCA 0-1 Rodríguez (42'), 0-2 T. Kubo (78'), 1-2 P. Bigas (92')
(23'), P. Oliveira (40'), Rodríguez (66'), Cote (72'), F. Orellana (86'), M. Reina (93'), S. Enrich (93'), Charles (93'), Yoel (94')
Árbitro: Estrada Fernández (C. Catalán) Espectadores: 6.110 en el Municipal de Ipurua
MEJOR
La estéril reacción en las postrimerías.
PEOR
A los armeros se les da fatal tener delante equipos con su mismo objetivo.
guían luchando por meterse en el partido, de nuevo volvieron a recibir un golpe que le mandaba prácticamente a la lona.
El culpable fue Take Kubo, que se inventó un disparo raso, pegado a la madera, tras un contragolpe de Pozo y mandó el balón a guardar. En los minutos finales, el Eibar buscó poner algo de resistencia y recortó distancias con un gol de Pedro Bigas que llegó tarde y el Mallorca conservó la renta
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