Bajen el volumen, por favor
El estadio estaba casi lleno, la tarde era magnífica y era ideal para la práctica del fútbol y para el espectador. Llegué con media hora de adelanto, empezaron la música y los mensajes a toda máquina que apabullan al espectador. Cuando salieron las alineaciones, Paco González de Tiempo de Juego me pregunta mi opinión. Le contesto ‘Luego te la cuento, ahora acabo de decidir que el precanditato, cuando haya elecciones, baje mucho el volumen o lo anule totalmente tendrá mi voto y haré campaña’. En Can Barça estamos acostumbrados, los abonados de siempre, a llegar y saludar al vecino que es de 30 años de antigüedad, preguntar por la familia, hablar del prepartido, en fin una especie de camaradería. Con este volumen que se imprime es imposible. Invito a los directivos, que cuando estamos sufriendo esto seguramente están en el antepalco saludando a los invitados, probando los canapés y refrescándose con alguna tónica, que por una vez salgan 20 minutos antes al palco y valoren si sirve para algo positivo machacar los oídos del sufrido espectador.
Y luego empezó el partido y para mí fue un partido bastante interesante, con intensidad en algunos momentos y con una Real Sociedad que no se achicó en ningún momento ni en este estadio en el que lleva 25 derrotas consecutivas ni por la presencia de Messi ni por la titularidad de Braithwaite. Por cierto, este tipo de juego del nuevo jugador le encanta a nuestro socio porque es dinámico, porque es directo e incluso da la impresión de que hace más de lo que realmente puede. Por lo demás, el partido tuvo pocos peligros para el Barça porque, aún atacando los vascos, en ningún momento le crearon verdadero peligro a Ter Stegen.
El Barça está en una fase de duda, de cambio, de adaptación, y esperemos que en lo que queda de temporada esto vaya mejorando. Creo sinceramente que vamos a ganar esta Liga por méritos propios, aunque también puede colaborar algún resbalón de los blancos. Al final, si te llevas el campeonato, cómo ha llegado no es tan importante porque la memoria es débil y el ganar sirve para tapar, aunque sea momentáneamente, situaciones de debilidad. Como notaréis no he querido entrar en el tema del segundo entrenador que tanta polvareda ha sacado, en especial en los medios, porque no me parece un tema fundamental. Si es verdad que el que se siente en el banquillo del Barça tiene que tener un comportamiento correcto, puede dar las instrucciones que crea convenientes sin crear algarabias innecesarias y, si me apuráis, la manera de vestir tiene que ser adecuada al prestigio de nuestro club. Recuerdo que en mi época todos íbamos de uniforme que proporcionaba la sastrería Conti de la Diagonal. Mucha distancia a estos tejanos rotos, aunque estén de moda. En mi opinión, las apariencias también deben valorarse y todo lo que no sea positivo debe desterrarse por el bien conjunto de nuestra entidad
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