VALENCIA
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n Compró muchas papeletas y finalmente al Valencia le ‘cayó’ el primer foco de coronavirus de la Liga con cinco contagiados en su primera plantilla. Se trata de tres jugadores, Ezequiel Garay, Eliaquim Mangala y José Luis Gayà y dos miembros del cuerpo técnico, el delegado Paco Camarasa y el médico Juan Aliaga. Todos ellos están bien, de hecho varios de ellos no tienen síntomas, pero el club sospecha que la lista va a crecer en las próximas horas dado los muchos contactos que hubo hasta que el pasado viernes, la entidad mandó a los jugadores a sus casas y suspendió los entrenamientos ante la expansión del virus y la suspensión de las competiciones.
El primero en anunciarlo fue Garay que lo hizo, como en él es habitual, por las redes sociales y con buen humor. “He empezado el año con mala pata”, explicaba sonriente el central que tuvo que ser operado en febrero de una grave lesión en la rodilla. “He dado positivo al coronavirus, me encuentro muy bien y ahora sólo queda hacer caso a las autoridades sanitarias”, apuntó el argentino, que asumió que le toca “estar aislado”.
En la entidad sabían que tenían muchos números para contagiarse. Más allá de las posibilidades que tiene todo el mundo, el equipo de Albert Celades tuvo tres momentos de especial riesgo. El primero fue el viaje del pasado 18 de febrero para enfrentarse al Atalanta en San Siro.
Milán es una de las zonas por las que el virus entró a Europa y todo el norte de Italia fue la primera zona confinada. De hecho, en ese desplazamiento se infectó ya un periodista de los que sigue la actualidad del equipo, que sigue hospitalizado.
El anuncio de ese contagio llevó al club a suspender todo acto público de la plantilla excepto los partidos pero no fue suficiente. Dos semanas después, y con el virus ya e=n España, al Valencia le tocó viajar a Vitoria para medirse al Alavés. De nuevo un viaje de riesgo por ser la provincia alavesa una de las más afectadas.
Para acabar, el miércoles pasado, recibió en un Mestalla ya con sus puertas cerradas al público al Atalanta. El conjunto italiano es originario de Bérgamo, una población a 60 kilómetros de Milán que también quedó cerrada unos días antes por parte del Gobierno italiano. En este caso, una excepción en la norma, permitió al equipo viajar a Valencia y disputar el choque. Muchos números tenía el Valencia para que no le hubiera tocado nada
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