Como un equipo

No hemos tenido suerte. El Covid19 ha atenazado al mundo, y el deporte ha quedado suspendido en los cinco continentes. El optimismo de Juan Antonio Samaranch Salisachs, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, ha chocado con la dura realidad y los Juegos de verano de Tokio se han postergado hasta 2021.

Los Juegos Olímpicos son la máxima expresión del deporte. Cancelando los Juegos nos damos una idea de lo que está ocurriendo. Es verdad que las Ligas de fútbol y la Champions son las competiciones que cuentan con más interés para los aficionados, pero los Juegos son la máxima expresión de lo que el deporte significa para nuestra civilización.

Esta semana empezó con la noticia de que la Real Federación Española de Fútbol y LaLiga estaban de acuerdo en suspender el campeonato indefinidamente.

Hicieron bien en añadir la palabra “indefinidamente” a su declaración. Es inútil poner fechas o límites a esta situación que, en estos momentos, empieza a causar estragos en países continente como India, México o Estados Unidos. España es uno de los países más afectados y los futbolistas, esos ciudadanos que forman parte de la élite deportiva que tanto nos entretiene y la que tanto amamos, se han visto también afectados por la pandemia. Su fortaleza física y juventud no les hace ser objetivos preferidos del virus, pero es evidente que la orden de confinamiento también les afecta a ellos y a los suyos.

Son interesantes los vídeos que han colgado en las redes las grandes estrellas. Yo me quedo con el gimnasio de Leo Messi y sus tablas y sus pesas. Messi ha donado un millón de euros a dos centros sanitarios, uno el Hospital Clínico, una noticia que reconforta. El Real Madrid también ha donado una sustancial cantidad de dinero para pelear contra el Covid-19, y así otros muchos deportistas y clubs de todo el mundo.

El parón, que ya alcanza el primer mes, equivale en el tiempo a un mes de vacaciones. Cuando los jugadores han estado alejados de la competición más de 20 días necesitan una pretemporada. Eso es exactamente lo que van a necesitar los ‘players' antes del regreso. Pero siendo este uno de los negocios más lucrativos del mundo veremos qué desenlace va a tener y cuándo se reanudará la competición.

Ha sido titular de prensa esta semana la inicial negativa de los jugadores del Fútbol Club Barcelona a rebajar sus salarios. ¿Qué trabajador no lucharía por ello? Pero la evidencia es la que es. El Barça no ingresará este año lo que tenía presupuestado y la masa salarial de los jugadores -600 millones- será un lastre para el club. Esta crisis significara un choque económico grave para el club, y podría causar una diáspora de jugadores y que algunos de los movimientos previstos para este verano quedaran en el aire. Ante una crisis de este tipo hay que pensar en la mayor y hay que ser consecuente con lo que está pasando. Los jugadores deberían solidarizarse con el club y entre todos buscar las fórmulas para salir de ésta.

Si la competición no regresa antes del verano, es lo más probable, soy de la opinión de que todas las competiciones deberían quedar en blanco, es decir, sin ganadores, y mantenerse como están. Los mismos equipos jugando la próxima temporada las mismas competiciones. Sólo hay unos pocos muy perjudicados, que serían los equipos que este año tenían serias posibilidades de ascender de categoría, pero ha de haber algún damnificado y con esta fórmula casi todos, una mayoría, quedarían, si no satisfechos, sí tranquilos.

Veremos cómo evoluciona el virus y cómo responde nuestro país a este azote. Desde aquí un recuerdo a todas las víctimas y a sus familias. Nunca olvidaremos este virus y este 2020 en el que el mundo se estremeció y los estadios quedaron vacíos, como uno de los peores presagios de nuestras vidas. Ahora hay que seguir las pautas que nos marcan, ser conscientes de lo que está pasando y ser solidarios. Hemos de salir de esta finalísima con una mayor consciencia de que el mundo no es para los individualistas, hemos constatado que somos un equipo y que todos juntos hemos de ganar esta Champions. Como un equipo de verdad

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