De vivir con Carrasco a presidir el Igualada
Francesc Jorba jugó de portero en el Juvenil del Barça y compartió piso con Lobo
n El FC Barcelona jugará, cuando la situación del país lo permita, un amistoso benéfico ante el Igualada por la crisis del coronavirus. La visita de los cracks azulgrana al Municipal de Les Comes será muy especial para el presidente del conjunto igualadino, Francesc Jorba, que en sus años jóvenes militó como portero en la cantera del club azulgrana. Jorba, que encaminó su futuro hacia los estudios de ingeniería, nunca se desvinculó del mundo del fútbol y recuerda de la época en la que estudiaba COU, por allí por 1978, una gran etapa donde tuvo la suerte de formar parte del FC Barcelona y de llevarse de allí amigos para toda la vida. Uno de ellos, el Lobo Carrasco, con quién compartió habitación cuando ambos jugaban en el Juvenil del Barça. Los dos vivían en un piso con la familia del hermano de Juan Manuel Asensi, entonces jugador del primer equipo azulgrana. En aquel piso de la calle Arizala, muy cercano al Camp Nou, vivía también un alicantino llamado José Joaquín Albaladejo. De su paso por el Barça, Jorba se llevó amistades como las de Carrasco, Calderé o Moratalla. Algunos en un juvenil, otros en otro, Jorba compartió equipo con Rojo, Manolo o Huguet, entre otros, pero del que guarda un recuerdo especial por lo que le marcó fue de Laureano Ruiz. Jorba le considera, como muchos, el padre del fútbol base azulgrana y a él, como a la mayoría de jóvenes que le han conocido, le dejó huella.
A los 24 años, Jorba dejó el fútbol tras pasar por Igualada o Prat, con quién ascendió a Tercera, y se centró en su carrera profesional, aunque el futuro le tenía guardada una más con el fútbol, y en especial con el Barça. Todo ello al margen de los partidos de los veteranos azulgrana en los que participa siempre que el cuerpo se lo permite.
Ya como máximo mandatario del CF Igualada tendrá el honor de presidir un partido amistoso en el que el FC Barcelona visitará Les Comes.
Estuvo en la cantera del Barça y ahora ve el duelo ante los culés como “un rayo de luz”