Mercado, invierno en verano
El retraso, aún indefinido, en la reanudación de las competiciones solapará el calendario con la apertura del libro de pases. Hay clubs que quieren vender y comprar en julio y otros retrasar el inicio. Un gran lío
El puzle del calendario no podrá completarse mientras en la mesa sigan faltando piezas. Los escenarios continúan siendo suposiciones, ninguna certeza, y cuando exista la seguridad de riesgo cero, habrá cuestiones esenciales que se van a solapar. Por ejemplo, la finalización de las competiciones de esta temporada y el mercado de la siguiente.
A excepción de Bélgica, que ha ido por libre y ya ha dado por terminada la Liga proclamado campeón al Brujas, Europa quiere concluir la competición doméstica y prolongará la temporada más allá del 30 de junio. Eso exige, por parte de FIFA y UEFA, la aprobación de moratorias que permitan extender los contratos de los futbolistas que acaban el 30-J. Pero, claro, eso será si los jugadores afectados aceptan. Si se niegan, la idea de la ECA es evitar la especulación y proponer a la UEFA que los futbolistas que se vayan a otro equipo no puedan jugar la competición en curso del mismo país. Pero eso, claro, es sólo una de las varias propuestas.
Hay clubs con otras ideas. Los grandes quieren retrasar la apertura del mercado, no iniciarla el 1 de julio y acabarla el 2 de septiembre. Ir más allá. Los pequeños, en cambio, quieren que se mantengan los periodos vigentes. Es decir, que perfectamente podría ocurrir que en verano viéramos cosas que hasta ahora sólo ocurrían en el mercado invernal: que jugadores que han iniciado la competición con un equipo, la terminen con otro y puedan incluso enfrentarse a su antiguo club.
Nada decidido. Exactamente igual que lo que ocurre con las competiciones, pero todo abierto de manera que el abanico de opciones nos lleva a imaginar la posibilidad real de vivir un nuevo modelo de mercado y, esto sí es seguro, muy, muy devaluado por la pandemia hasta el punto de ver más trueques que ‘cash’
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