“Estar ahora en casa es realmente un sueño”
N El seleccionador catalán amateur, Toni Almendros, ha recibido el alta por COVID-19
n Toni Almendros ya está en casa. El seleccionador catalán amateur ha pasado por un largo y doloroso periplo por culpa del coronavirus. “Cuando el bicho entra de forma asesina, va a saco”, comenta. Pero el martes ya le dieron el alta aunque ahora sigue en cuarentena.
Almendros, de 55 años, fue de los primeros casos detectados en Catalunya por COVID-19. Su situación fue muy crítica. “El viernes 13 de marzo -un día antes de decretarse el estado de alarma- comenzó mi viacrucis. No se sabía mucho sobre la enfermedad, así que se iba improvisando sobre la marcha. Me ingresaron en el hospital de Viladecans y la verdad es que pasé dos días muy críticos, en los que realmente pensé que me marchaba y sin poder despedirme de nadie”. De aquí le trasladaron al Hospital de Bellvitge: “Esto fue clave. Éramos tres personas y vino la doctora y a mí medijo que me derivaran. Ahí cambió mi destino. En Bellvitge hay muchos más medios. En la UCI me atiborraron de medicación, me cambiaron de una respiración asistida a otra… y empezó la evolución. Ha sido muy lento, pero lo hemos logrado”.
Aunque no todo ha terminado. Almendros debe permanecer dos semanas más en estricta cuarentena: “Me dejaron marchar a casa, pero para eso debes tener una serie de infraestructuras: debes tener una habitación y un baño para ti solo, lavar tu ropa a parte… Mis hijos están con sus parejas y mi mujer está en la habitación de al lado y, si tenemos que vernos, lo hacemos con la mascarilla puesta. Me siguen un control exhaustivo. Ayer me llamaron dos veces”. El seleccionador ya no tiene dolores “que eran musculares y muy fuertes”, pero debe recuperarse aún de una doble neumonía “que es la secuela que me ha quedado”.
Inmenso agradecimiento
“Tengo que hacer una mención súper especial para todas las personas que se dedican al sector sanitario. Por su vocación, por su sensibilidad, por el cariño con el que nos han tratado. Se te ponen los pelos como escarpias porque para ellos también es una situación durísima. No está pagado el trabajo que hacen”, continúa el seleccionador que, por otra parte, trata de sacar lo poco que pueda tener de positivo esta situación: “De una manera u otra, esto nos va a cambiar a todos. Nos va a sensibilizar y nos va a hacer a todos más humanos y más fuertes”
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