Palmarés formidable en pista y banquillos
Desde “la disciplina militar” que mamó de jovencito en el CSKA de Moscú, equipo del ejército, Talant Dujshebaev tiene un palmarés formidable tanto en pista como en los banquillos. Elegido dos años el mejor jugador del mundo (1994, 1996), ganó el oro olímpico de BCN’92 con el Equipo Unificado y el oro mundial de 1993 con Rusia. Con España consiguió dos bronces olímpicos (1996, 2000), dos platas europeas (1996, 1998) y otro bronce continental (2000). Ganó la Champions una vez como jugador con el Teka Cantabria (1994) y, de momento, cuatro como entrenador entre el Ciudad Real (2006, 2008, 2009) y el Kielce (2016)
Hmuchos jugadores que acaban contrato o se retiran y no podrán despedirse del público como merecen, en la pista, como Aginagalde, Janc, Jachlewski o Jurkiewicz.
Blaz Janc llegará al Barça.
Es una maravilla, una delicia, como jugador y persona sólo puedo hablar maravillas de él. Es un gran jugador y el Barça se lleva también a una gran persona, es un crack. Es tan rápido que mucha gente se va a sorprender en Barcelona por su velocidad y su disposición para trabajar.
¿Qué destacaría de él?
Es muy rápido, gran finalizador y muy polivalente. Puede defender en el extremo, de dos, de avanzado, allí donde le pongas va a cumplir al 100%. De pequeño jugaba más de lateral y puede jugar ahí, pero su gran virtud está en el extremo. Es muy completo en todos los aspectos del juego: ataque, defensa, contragolpe, balance defensivo, uno contra uno. Domina muchas cosas.
Del Kielce ya llegó al Barça el verano pasado Luka Cindric.
Es un jugador muy especial y partía con una gran ventaja: había entrenado los últimos cuatro años conmigo y Raúl González en el Vardar, tiene una mentalidad española del juego y por eso la adaptación no le está costando tanto. Cada uno tiene su sistema, pero los entrenadores españoles compartimos una idea general de trabajo táctico, de vídeo e incluso de ver la vida. Todo eso ha sido una gran ayuda para él y también le ha influido.
Este año se retira Arpad Sterbik, el gran portero en su etapa del Ciudad Real y las tres Champions. Arpad es un monstruo, un ganador nato, un jugador de grandes citas, una máquina en esos partidos. Le quiero un montón y es una lástima que tenga que retirarse de esta manera, quizás sin despedirse jugando por el coronavirus. Es uno de los mejores porteros de la historia, es difícil decir el mejor porque son épocas diferentes con Lavrov, Rico, Svensson, Olsson… Ganamos muchos títulos y fue un verdadero lujo tenerle con nosotros.
¿Cuál ha sido su principal virtud? Sabía jugar los grandes partidos, las finales, las semifinales, a la hora de la verdad siempre estaba ahí al 200%. Durante el año igual estaba un pelín más discreto, pero en las grandes citas siempre ha sido un monstruo no sólo por lo que paraba, sino por lo que intimidaba. Esos tiros que iban fuera eran porque él intimidaba a los rivales. Ha sido una máquina.
Su hijo Álex Dujshebaev está ahora en su plenitud deportiva.
Estoy muy contento por él. Hizo un grandísimo Europeo. Todos hicieron un gran campeonato, me alegré un montón por ellos por el oro y el pasaporte a Tokio. Es un sueño para todos y la última oportunidad olímpica para los veteranos. Yo valoro a Álex no sólo por los goles, sino por sus asistencias y la continuidad del juego. Entre los 27 y los 34 años, un jugador vive sus mejores años y él está en un momento sensacional de estado físico y sabiduría. Es muy importante en los esquemas de Jordi Ribera y es nuestro jugador franquicia en el Kielce: aporta mucho, sobre todo a la hora de la verdad.
¿Cómo valora el plan de la EHF para retomar la Champions en junio y la Final Four en agosto?
Es pronto para decir si está bien. Hay que entender a la EHF porque tiene compromisos y obligaciones, pero es muy difícil juzgarla. No creo que podamos jugar aún en junio y la Final Four en agosto en un tema muy complicado, también por los fichajes. ¿Con quién jugaría Janc, con nosotros o con el Barça si nos clasificamos los dos? No me gustaría estar en la piel del presidente de la EHF. Tiene nuestro apoyo, pero también debe haber una normalidad lógica.
La incertidumbre es casi total. ¿Quién te garantiza que en agosto hemos salido de todo esto? Nadie puede decir con certeza lo que va a pasar, todo son especulaciones. Yo estoy muy tranquilo y, si tenemos que estar en casa tres, cuatro, cinco o seis meses, me lo tomo con normalidad. Claro que me gustaría salir a la calle e ir a la playa, pero estamos en nuestras