Apestado

a independencia de un sindicato no se mide por los enemigos que genera sino por los aliados que conserva, consecuencia del trabajo bien hecho. Liarte a mandobles con quien te mete en caja cada año 10,5 millones de euros no es para sacar notable en perspicacia, ni siquiera aprobado. David Aganzo tuvo sus enganchones con Javier Tebas y, sin barruntarlo, apareció otro sindicato para pisarle los talones. No hay un país en Europa con dos sindicatos de futbolistas, salvo España. Antes de hacer migas con Tebas, Aganzo defendía que la millonada que ingresa cada año LaLiga en AFE ni es la contribución de un patrocinador ni una subvención, sino un derecho que los futbolistas conquistaron con su fuerza solidaria… tras una batalla que ganó Luis Rubiales bastante antes de designarle sucesor. La herencia económica es cuantiosa y también lo era la afiliación, que en el caso de los jugadores de Primera encoge. Mal asunto. Y peor será con la que le está cayendo: denuncias de un empleado por cohecho, de cuatro directivos por delitos varios… David Aganzo lo niega todo, pero las acusaciones están documentadas y ni dimitiendo, como parece que han hecho los vicepresidentes Mata y De Gea, evitará el banquillo. Con Tebas ya no parte un piñón por las negociaciones del coronavirus: le han ninguneado; con el CSD le ha faltado tacto y Luis Rubiales, su padre putativo, es enemigo declarado. Hoy, David Aganzo es un apestado que, según ha ido cambiando consejeros por pelotas, se ha degradado hasta caer en la ciénaga. Y no es la de Shreck. Ésta apesta. No hay Fionas, si acaso algún Donkey. Al defender su honor parapetándose en el histórico sindicato, el daño que le inflige es realmente incalculable. Los descarrilamientos del presidente han atropellado a AFE. Debería considerar que una retirada a tiempo es una victoria…pírrica H