Múnich, hace cinco años…
El pasado miércoles se cumplían exactamente cinco años de la clasificación del FC Barcelona para la final de la Champions League 2014-15 en Múnich. Un 3-2 a favor del Bayern, con dos goles de Neymar, y un previo 3-0 inolvidable en el Camp Nou, dieron al traste con el sueño de Pep Guardiola de alcanzar la final. La pelota volvía a ser el centro de todo, y las dificultades judiciales, deportivas y pre electorales que habían marcado la temporada de aquel Barça de Messi-Suárez-Neymar quedaban, a falta de la final, aparcadas por unas horas.
Aquella semifinal vuelta Bayern-Barça fue todo un acontecimiento futbolístico.
La rueda de prensa previa al partido había reunido a los principales medios de Europa, y la expectación era increíble.
El himno de la Champions fue aquel día más bello que nunca.
Neymar fue la estrella de aquel extraordinario partido en el Allianz Arena de Múnich, engalanado con sus mejores colores y atrezzo. El
Bayern vestía con su clásica camiseta a listas azules y rojas, y el Barça de amarillo eléctrico. Y eléctrico fue el comportamiento de Neymar tras el inicial y temprano 1-0 de los bávaros, marcado de cabeza por Mehdi Benatia. Las imágenes que se pueden encontrar en internet son emocionantes y demuestran que quien pensó en Neymar para hacer junto con Messi un Barça invencible había acertado.
El primer gol del Barcelona en Múnich, con el marcador uno a cero en contra, fue precedido de un colosal pase en profundidad de Messi. Suárez, que ya había fallado un uno contra uno con Manuel Neuer, encaró al portero, pero esta vez cedió el balón al brasileño para que éste, con la portería vacía, marcara a placer.
El segundo tanto, 14 minutos después, en el 29, fue otro contrataque en el que también intervino el uruguayo y fue culminado por Neymar con una semivolea algo mordida que se coló por el palo derecho de la portería alemana.
Los alemanes empataron, Robert Lewandowski (59'), e incluso se adelantaron en el marcador ( Thomas Muller, 74'). Pero cuando marcaron su tercer tanto, el palco del Allianz Arena estaba ya casi vacío. Con aquel el 3-2, me preocupé, la verdad, pero al ver al seleccionador alemán Joachim Löw despedirse y marcharse a falta de 16 minutos para el término del partido, ya vi al Barça en la final.
Fue una noche de euforia. El camino hacia Berlín quedaba abierto y el sueño de una quinta copa de Europa se podía casi visualizar. La otra semifinal la jugarían la Juventus y el Real Madrid. La eliminatoria se resolvería a favor de la Juve con un total de 3-2.
El partido de Múnich nunca peligró para el Barça, a pesar de los tres goles encajados. Tras el pitido final del árbitro, hubo mucha euforia. Sólo hay algo mejor que ganar la Champions, y es clasificarse para la final...
Josep Maria Bartomeu bajó a la zona de prensa donde felicitó muy efusivamente a Luis Enrique quien, aún estando contento, se mostró algo frío con el presidente. No fue así con el resto de la expedición, conscientes todos ellos de que la quinta copa estaba al alcance de Messi y sus compañeros. La euforia era total.
Al salir del estadio la epidermis que recubre el Allianz Arena lucía un rojo intenso que sólo lo superan las estrellas de rubí del Kremlin, en Moscú. Camino del aeropuerto Bartomeu atendió al teléfono a un montón emisoras desde el asiento trasero del bus de los directivos. Bartomeu, como todo el barcelonismo, estaba feliz y repetía lo que Lucho había dicho a los periodistas: “En la final queremos al mejor”.
Dentro de unos días contaremos algunos detalles inéditos de la final de Berlín, mientras tanto y a falta de fútbol en directo por culpa de la Covid-19, recomiendo ver los resúmenes de aquel doble Barça-Bayern. Lo que vimos hace cinco años no fue un sueño. Aquella maravilla deportiva está grabada, y lo mejor de todo es que lo podremos ver por los siglos de los siglos
HLas semifinales de Champions 2015 confirmaron el acierto de haber fichado a Neymar