Mundo Deportivo (Barcelona)

“ME ALUCINAN LAS CARTAS QUE RECIBO DE LOS NIÑOS”

-

Hoy se cumplen diez años desde que Edurne Pasaban (46 años) coronara el Shisha Pangma (8.027 metros), y se convirtier­a en la primera mujer en hollar las catorce montañas más altas del planeta. ¿Qué siente cuando lo recuerda?

Que estos diez años han pasado muy rápido, pero también lo veo como muy lejos, como a mucha distancia y como si hubieran sido dos vidas diferentes. La que se ciñe a los catorce ochomiles y el resto. La vida pasa muy rápido y tengo la suerte de haber vivido las dos vidas. ¿Cómo empezó la aventura de los catorce ochomiles?

Mi pasión por el alpinismo empezó como un hobby. Empecé a escalar en un club de montaña (Oargi) de mi pueblo (Tolosa), con gente de ahí. Es verdad que en el País Vasco siempre ha habido mucha tradición de ir al Himalaya y que en cada pueblo había algún club que organizaba alguna expedición al Himalaya. Y así me salió la posibilida­d de ir por primera vez al Himalaya y me enganchó. Después tuve la ocasión de volver con gente de otros países, hasta que un día tuve la suerte de que mi hobby se convirtier­a en mi profesión. ¿De qué año estamos hablando?

Fue en el año 1998, y la primera expedición que hice al Himalaya la hice en el Dhaulagiri (8167m). Después volví en el 99 con unos italianos al Everest e intentamos subirlo en 1999 y 2000, hasta que hice mi primer 8.000 en el Everest, 2001.

¿Cuántas expedicion­es al Himalaya ha protagoniz­ado?

He ido 26 veces y he hecho 14 ochomiles. El ratio es bastante bueno. El más fácil, el Shisha Pangma, fue el ochomil que más me costó, cinco intentos. Y en el K2 tuve mucha suerte, porque lo hicimos a la primera y es el ochomil más difícil de todos.

Tras el primer ochomil, el Everest, ¿pensaba en hacer 13 más?

No. Después salió la oportunida­d de ir escalando. No fue hasta que hice mi séptimo ochomil en el K2 que pensé que podía hacer los 14. Me parecía un objetivo irreal, ahora se ve más fácil, pero entonces no.

¿A qué edad subió el al Everest?

Con 27 años. Es verdad que era una buena edad, pero para entonces era bastante joven, aunque cierto es que empecé a escalar muy joven. Las primeras veces que fui al Himalaya fue con 24-25 años, y es verdad que siempre tuve al lado a buenos profesores y que aprendí de ellos. Un buen ‘ochomilist­a' se forja entre los 30 y los 40 años. Necesitas esa experienci­a, y ésta se adquiere con el tiempo.

Fue la primera mujer del mundo en hollar los catorce picos más altos del planeta. ¿Cómo fueron recibidos sus éxitos en el entorno de la alta montaña, tuvo algún reparo por ser mujer?

Mira, mis compañeros siempre me trataron como uno más, pero es verdad que siempre me he tenido que hacer un hueco en un lugar tan de hombres y tan masculino. Entiendo que un hueco sí que lo tenemos que hacer, ya que una se forma como himayalist­a cuando sube al K2. Necesitas un currículum para que te cojan en serio y para que tu también lo hagas. A veces nos falta confianza a nosotras mismas. En mi caso fue clave coronar el K2 en el 2005, para demostrárs­elo a todos y a mí.

De los 14 ochomiles, ¿cuántos con la ayuda del oxígeno y por qué?

Con oxígeno sólo uno, el Everest (el primero).

¿Por qué, buscaba la pureza?

En el 2001 utilizo el oxígeno en el

Everest porque un 2% de las personas que lo suben lo hacen sin oxígeno artificial. Tenía mucho miedo y no sabía cómo iba a funcionar la montaña, pero me di cuenta que los ochomiles se podían hacer sin oxígeno. Mi objetivo era volver a hacerlo sin oxígeno, por eso en el 2011 volví para subirlo sin oxígeno, pero no me salió y me quedé con la espina clavada.

Siempre está a tiempo de volver. Pero me da pereza. Las imágenes y la situación que se ve en la actualidad en el Everest me tira para atrás. Ahora mismo es cuando la gente debería estar

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain