Mundo Deportivo (Barcelona)

Sobreinter­pretar a Messi o el arte de pillarse los dedos

-

Una de las noticias del partidazo de Villarreal fue que Luis Suárez empató con Kubala como tercer máximo goleador de la historia del Barça. Con 194 goles cada uno, están lejos todavía de pillar al segundo clasificad­o: César Rodríguez con 232. Y ahora, deberes de verano: hagan la suma de los tantos que han marcado para el Barça, César, Suárez y Kubala. El segundo artillero, el tercer y el cuarto, juntos, han metido 620 goles. Leo Messi, él solo, lleva 630. No hace falta decir nada más. Ni sobre quién es, sobre su valía, su peso en el vestuario, en el club y en el tinglado del fútbol. Se lo ha ganado todo a pulso, con goles y con rendimient­o constante. Lo que diga Dugarry de Messi (no ofende quien puede...) tendría que ser motivo para que un grupo de socios inquietos interpusie­ra una querella por atentado al honor del crack argentino. Messi habla en el campo y, fuera, lo hace con la discreción necesaria. Luego, no filtra, no cuenta. Es la clave. Así se reunía con Guardiola en el despacho oscuro, y nadie se enteraba. Así se ha entendido con los distintos presidente­s. Sin intermedia­rios, de cara, y siempre de primera mano. Por eso, cada vez que se ha anunciado su renovación, ha pillado a todos por sorpresa. Ante el Atlético y Villarreal vimos a un Messi feliz sobre el campo. Algo ha cambiado, para bien de todos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain