El vestuario quiere a Kluivert
n Patrick Kluivert marcó 122 goles en 256 partidos con el FC Barcelona, el mejor delantero del mundo jugando de espaldas a portería, ese valor que Benzema ha sabido explotar con Zidane. Con 18 años fue protagonista de la Copa de Europa conquistada por un Ajax de Amsterdam en 1995 metiendo el tanto de la victoria en la final ante el Milan, equipo que lo fichó posteriormente. En 2009 se sacó el título de entrenador nacional en su país debutando en el banquillo del NEC Nimega y proclamándose campeón de su categoría con el Twente. Entrenador de delanteros en el AZ, experiencia australiana en el Brisbane, y la aportación básica al equipo como segundo de Louis van Gaal, responsable de la estrategia de los partidos y el trabajo con el ataque. Un gran Mundial el del tándem Van Gaal-Kluivert en Brasil, consiguiendo que la selección ‘oranje’ quedase tercera en 2014.
Sus raíces le llevaron a la selección de Curaçao en dos periodos y a acompañar a su amigo Seedorf en la aventura camerunesa antes de fichar por el PSG como Director Deportivo. Patrick dejó el club parisino poco antes de que Neymar firmase por los qatarís pagando la cláusula de 222 millones de euros. Director de fútbol base azulgrana desde julio de 2019, este pequeño currículum sólo sirve para fijar a quien no conoce demasiado la carrera de Kluivert. No es necesario en el vestuario azulgrana, ahí le conocen y le aprecian.
La posibilidad de que sea Kluivert el entrenador del Barça en la próxima Champions, noticia adelantada por Mundo Deportivo, ha caído muy bien en el vestuario. Ven a Kluivert como un auténtico abanderado del modelo azulgrana, capaz de agitar el vestuario y darle precisamente lo que reclamaba Messi: intensidad y carácter. Kluivert es el líder en el banquillo que le falta al Barça, el entrenador que ha sido jugador de gran nivel vistiendo la camiseta azulgrana y que sabe como enfrentarse a cada situación.
La relación de Kluivert con las vacas sagradas del vestuario es excelente. Todos recuerdan su calidad en el campo, además conoce perfectamente a los jóvenes talentos que ha ido incorporando el club al primer equipo. Tutela especialmente a Ansu Fati, una historia muy parecida a la suya en el Ajax de Amsterdam.
Kluivert ha sido además básico en la integración de De Jong y si hay alguien que conoce mejor que nadie qué posición en el campo es la que más le conviene al holandés es precisamente Patrick Kluivert.
Políglota - habla holandés, alemán, inglés, francés, italiano y portugués- su amplia experiencia en distintos países le da el tono para saber relacionarse con todo el vestuario. Sería clave en la recuperación de los franceses, especialmente Dembélé, que desde que fichó por el Barça encadena lesiones que le han impedido rendir. Patrick Kluivert es visto desde el vestuario como el Zidane del Barça, como el jugador de gran nivel que desde el vestuario es capaz de trabajar siguiendo un estilo claro. La decisión está en manos de Bartomeu. El presidente será el único que decida qué hace los próximos días pero es consciente de que a Quique Setién este vestuario le ha venido grande.
El Barça tiene en casa la solución para cambiar la dinámica negativa del primer equipo, que psicológicamente aún no se ha recuperado de las derrotas en Roma y Liverpool. Tiene el Barça un gran líder en el terreno de juego. Leo Messi, pero necesita en el banquillo a un entrenador con carácter, sin complejos, que sepa ordenar al equipo y devolverle esa intensidad imprescindible para volver a ganar, un técnico con capacidad de liderazgo y mucho carácter. como bien sabe Valdés.
Kluivert sabe lo que es caer y levantarse. Descubrió la vida real cuando se retiró del mundo del fútbol y regresó a su país. Encontró en Rossana, su segunda esposa, el bastión para encaminar su vida y ayudar a sus hijos a alcanzar sus sueños en el mundo del fútbol.
Persona muy querida en el club, de esas que trata con idéntico cariño al crack que al personal de seguridad o de limpieza, esas cualidades sólo hablan de su faceta como persona. Como entrenador es cierto que no ha dirigido a un grande aún, aunque el Mundial fue una gran experiencia. Pero ahí está Zidane, o en su día Guardiola. Por cierto, Pep adoraba a Kluivert, era su ‘9’ favorito.
El holandés se sacó el título de entrenador en 2009 y se ha formado bien
Extrovertido, Patrick tiene además un fuerte carácter: lo sabe bien Víctor Valdés
Clave en la integración de De Jong, conoce bien a los jóvenes... y a las vacas sagradas
Los cracks valoran que ha sido un grande en el club (122 goles en 256 partidos)
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