A ver qué pasa a partir de ahora

Una de las obsesiones del madridismo, comparar semana tras semana a Cristiano Ronaldo con Leo Messi, terminó resultando un chiste. Pero la euforia blanca y la campaña para que Karim Benzema destronara al argentino del puesto de máximo goleador de esta extraña Liga 2019-2020 alcanzó momentos de cierta comicidad en los últimos días de la Liga. Algunos llegaron incluso a compararlos, como habían hecho con el jugador portugués.

Antes de los dos partidos que cerraron el campeonato y que Messi acabara el debate sobre el Pichichi con dos goles en el campo del Alavés, el Barça había sucumbido de malas maneras ante Osasuna en el Camp Nou.

Se dio la circunstancia de que uno de los pesos pesados del vestuario me comentó 24 horas antes de aquel partido que el equipo estaba desmoralizado, cansado, y, lo peor, muy influido por el ambiente que se ha respirado en el club durante los últimos meses.

En opinión del jugador los resultados y el juego reflejaban claramente la apatía del equipo, lo que se tradujo en aquellos múltiples empates, y finalmente, con la derrota ante Osasuna y la explosión de realidad del capitán Messi al termino de aquel partido que significó matemáticamente el campeonato para los blancos.

Ahora con la Liga de la Covid-19 acabada, las miradas de la esfera mundial se fijan ya en la Champions. A priori con dos partidos muy interesantes. La visita del Real Madrid a Manchester, donde tendrá la oportunidad de demostrar ante el City de Pep Guardiola ese gran momento por el que dicen atravesar, y la visita del Nápoles a Barcelona, donde el Barça deberá también demostrar que su mala participación en la fase final de la Liga ha quedado atrás y que es capaz de erguirse y jugar con ilusión.

Para el Barça, es muy importante cerrar bien esta temporada, aunque fuera perdiendo. No soy de los que sueñan ni mucho menos en que los azulgrana puedan ganar la Champions, pero en el fútbol hay que jugar los partidos, y es importantes que pase lo que pase, el equipo demuestre sus ganas, su convicción y, principalmente, su ilusión. Todo está aún por jugarse.

Ahora disfrutemos, si podemos de la Champions. Ya llegará el momento de saber como será la próxima temporada, y quien se va y quien se queda. Hay que recordar que el coronavirus, y mucho más si siguen los confinamientos, no ayudará para nada a planificar la temporada 2020-2021.

Al Barça le queda mucho por hacer en los despachos. Hay muchas carpetas abiertas, la económica, el Espai Barça y su referéndum, el futuro de Messi y el desenlace del caso de las redes sociales, en el que de momento no parece que nadie vaya a responsabilizarse de aquella monumental chapuza. Entre las carpetas del verano también destaca la carpeta electoral.

Pero este verano será, primordialmente, será un verano preelectoral. Aunque las elecciones terminen programándose y celebrándose en 2021, los actuales aspirantes no podrán permanecer callados y tranquilos, querrán seguir explicando lo bien que ellos lo harían en las actuales circunstancias, obviando la premisa que desde fuera todo es mucho más fácil y de lo rematadamente mal que lo hicieron algunos de los que ya pasaron por el club.

Ya hay nombres de candidatos y todo tipo de rumores, y esta es la historia de este gran club, que ha tenido al mejor jugador de todos los tiempos, y que ahora deberá gestionar una etapa difícil.

Lo importante será que el presidente Josep Maria Bartomeu y sus vicepresidentes hagan autocrítica. Pero a nadie le conviene que, sea quien sea el futuro presidente, los conflictos continuarán y que el equipo deberá ganarlo todo, aunque no se halle en el mejor de los momentos. Así ha sido, es y será el Barça. El que diga que lo arreglará todo, engañará a los socios, y el que calle hasta el último momento, posiblemente tendrá más posibilidades. La realidad es la que es y el realismo será una baza importante

Hay que ir a la Champions con la cara bien alta, con ganas e ilusión

H