N El Barça y el portero avanzan en las negociaciones para la renovación de su contrato n El club propone una fórmula de pago de la ficha ascendente que el alemán ve bien
n El FCBarcelona tiene una prioridad en su agenda de renovaciones: Marc-André ter Stegen, portero del primer equipo azulgrana y al que ya puede considerarse un ‘peso pesado' de la plantilla dado su gran rendimiento y su protagonismo en el juego. Asus 28 años, y con contrato hasta 2022, el portero alemán es un fijo en las alineaciones del equipo barcelonista. Y a dos años de acabar su vínculo con el club, el Barça se ha puesto manos a la obra para atarle cuanto antes. Y las cosas no van nada mal. De hecho, en el club hay optimismo para cerrar una mejora y extensión de su contrato, al menos hasta 2025, más pronto que tarde, quizás al inicio de la próxima temporada.
La pandemia del coronavirus ralentizó unas negociaciones en las que han quedado patentes dos detalles. Por un lado, que Ter Stegen quiere un sueldo acorde con su protagonismo en el equipo y con su caché a nivel mundial. Por otro, que el guardameta ha entendido la dificultad de la época para que el club pueda aceptar sus peticiones económicas dado el enorme bajón en sus ingresos que ha sufrido por culpa de la pandemia.
En este sentido, Ter Stegen comprendió perfectamente que las negociaciones para su renovación se ralentizasen porque la directiva debía atender otras necesidades más urgentes, como afrontar un recorte de los emolumentos de la plantilla y equilibrar unas cuentas que iban viento en popa antes del confinamiento gracias al gran músculo comercial del club pero que quedaron muy ‘tocadas' una vez se cerraron las actividades ordinarias de ingresos de la entidad como las tiendas, el Museu, el Camp Nou y el Palau Blaugrana. Ese detalle de sensibilidad del alemán caló muy hondo en los negociadores del club.
Interés de grandes clubs
Por eso, las conversaciones con Ter Stegen se frenaron pero nunca se abandonaron, dado que del presidente Bartomeu al secretario técnico Eric Abidal, pasando por el CEO Òscar Grau, todos los que mandan en el club saben que la continuidad del portero es primordial. Entre otras cosas porque es un futbolista que concita el interés de otros clubs grandes como, por ejemplo, el Chelsea, quien se planteó ir a por él con una oferta en la que se incluía a otro buen guardameta, Kepa. Y el Bayern, aunque haya renovado a Neuer, sigue teniendo muy presente al azulgrana dado que su portero titular ya tiene 34 años. Igual que el riquísimo PSG.
En el Barça son conscientes de que Ter Stegen está entre los tres mejores porteros del mundo y que, para el estilo de juego azulgrana, por sus prestaciones -en especial el juego de pies- está por encima de otros grandes arqueros como son Oblak (Atlético de Madrid), Allisson (Liverpool) y Courtois (Real Madrid). Por eso, el club está dispuesto a hacer un esfuerzo a nivel económico por él y subirle su ficha actual hasta colocarlo en uno de los escalones superiores del escalafón de los sueldos del equipo.
Eso sí, el club pone una condición que el portero acepta: que para poder afrontar una subida salarial en un marco de bajada de ingresos y de crisis por culpa de una pandemia, su contrato contemple una ficha ascendente. Es decir, que la media de sueldo sea la que quiere el meta por año, pero que en las primeras temporadas cobre menos que en las últimas, en una fórmula creciente. Es decir, que sus ingresos irían de menos a más.
En el caso del Barça, esa fórmula permitepagarmenosenlosañosen que el impacto de la crisis por el Covid-19 es más fuerte. Además, no tiene ningún reparo el club en asumir que Ter Stegen gane más cuando sea más mayor porque confía plenamente en la gran profesionalidad del alemán, al que ve muchos años más bajo los palos del Camp Nou
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