Llega la alta montaña en Picón Blanco
Hoy se disputa la primera etapa decisiva de la Vuelta a Burgos. Una jornada de 150 km, explosiva, con cuatro puertos de 3ª y el final en Picón Blanco, de categoría especial: 7,8 km al 9,3%. Un alto en el que el año pasado ganó el colombiano Iván Ramiro Sosa (Ineos), a la postre ganador de la prueba, siendo 2º en 2018 por detrás de Miguel Ángel López (Astana); mientras que la victoria en 2017 fue para Mikel Landa, con el maillot de Sky
HCon anterioridad, la etapa estuvo marcada como el primer día por una escapada de cinco corredores, que buscaron la heroica ya en el primer kilómetro del día. Galván (EKP), Fedeli (NIP), Verza (KTX) y Nicolau (CJR) llegaron a gozar de una máxima diferencia de cuatro minutos, siendo devorados por la voracidad del pelotón a 17 kilómetros de meta. Neutralizados los escapados, la velocidad del pelotón no aminoró y no hubo intentos de intentar una aventura en solitario. El sprint fue cocinándose a fuego lento bajo un calor asfixiante, hasta que llegó la última curva, que Gaviria trazó en modo MotoGP a toda velocidad,por el exterior, lo que le permitió tomar unos metros que le iban a permitir un holgado triunfo. “Sabe rica esta victoria después del parón, de pasar el virus y de estar en casa sin saber si podría correr”, reconocía el de La Ceja.
Hoy, el austríaco del Bora Felix Grobschartner buscará defender su maillot morado de líder como gato panza arriba, en una dura y selectiva etapa de montaña, con final en Picón Blanco, de categoría especial, donde se espera que los ciclistas escenifiquen un gran espectáculo
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